Nadal sufre al máximo ante Simon

Sin demasiada brillantez y sí con muchas dudas con su servicio, Nadal tiró de oficio y casta para superar al francés, que atacó sus debilidades con todo su tenis. El balear llegó a desperdiciar una bola de set con 5-4 y saque, ejemplo de que le sigue faltando esa pizca de mordiente que le ha hecho leyenda . Desde su palco llegaron más ánimos de lo habitual, conscientes de que el francés acosaba con fuerza y tino y el balear sudaba y sufría. La muerte súbita, sin embargo, solo tuvo un dueño.

No cedió el francés a pesar del mazazo y de que Nadal cerró cada vez más puños para llamar a la confianza. Ambos desplegaron sus golpes más planos, en busca de ese definitivo que ninguno de los dos quería perder. El semblante del español siguió muy serio porque desperdició un 3-0 a favor con el que esperaba dejar sin gasolina a su rival. Nada más lejos, porque Simon siguió golpeando como nunca y obligó al baelar a levantar cinco bolas de break con 4-4. El francés, que solo ganó a Nadal en Madrid en 2008, era un muro que no se dejó amilanar por los drives de su rival. Tenía su propio arsenal para mantener al número 1 de mundo muy lejos de la línea de fondo y muy lejos de su versión agresiva y contundente. Así se llevó la segunda manga y volvió a superar el 2-0 en contra con el que Nadal parecía más liberado de sus errores.

Fue un punto de inflexión porque Nadal ejerció de número 1. Ceró más puños que nunca a pesar del sufrimiento y se acerca un paso más a su octavo Masters 1.000 de Roma. Su siguiente escollo se llama Mikhail Youzhny (a partir de las 15.30h, TDP).