doha | semifinales
Nadal, a la final de Doha
El número uno del mundo descubre al alemán Gojowzcyk, 162 del mundo y que le complicó muchísimo las cosas (4-6, 6-2 y 6-3)
enrique yunta
Para empezar el curso, una final para Rafa Nadal , sometido a una dura prueba en el desierto de Doha, obligado a remontar a Peter Gojowczyk (4-6, 6-2 y 6-3) para luchar por el primer título de 2014. Ante un desconocido ... , 162 del mundo, el número uno del mundo pasó un mal rato, pero se rehizo a tiempo para salvar los muebles. Se enfrentará en la final al vencedor del duelo entre Gael Monfils y Florian Mayer.
A Nadal, mejorado el jueves contra Gulbis , no le gusta lo nuevo, incómodo desde el primer intercambio con Gojowczyk . Es un alemán de 24 años cuyos méritos en la ATP se resumen precisamente en este torneo, pues hasta la fecha sólo tenía una victoria. Aquí ha llegado hasta las semifinales después de superar la fase previa y se presentó al mundo nada menos que ante el número uno. Le llevó al límite.
De buenas a primeras, y con las gradas atónitas, el germano firmó doce de los trece puntos iniciales . Era un torbellino en la pista, un tenista descomunal que rompió el saque de Nadal, un jugador desatado al que no intimidó en absoluto la magnitud de la cita. Se puso 3-0, exhibió golpes de nivel y siempre podrá presumir de ese enérgico despertar.
Fue desconcertante para Nadal, que vivió con el ceño fruncido durante toda la primera manga . Porque fue capaz de reponerse y de maquillar la situación, recuperada la desventaja sin hacer nada del otro mundo, enderezado el rumbo hasta que se volvió a liar. En el décimo juego, el zurdo se puso nervioso y lo hizo rematadamente mal, penalizado por un puñado de errores.
Gojowczyk merecía ese premio después de jugar el set de su vida. No tiene un golpe definitivo, nada que sea espectacular, pero es muy regular y apenas tiene defectos. Va bien con el revés a dos manos y limpió las líneas con frecuencia, premiado con reconocimiento de la mejor raqueta del planeta.
Pero a la hora de la verdad, despertó Nadal y corrigió todos sus fallos. Aplicó el manual necesario en la segunda manga y pronto se tranquilizó al lograr dos quiebres. Después del susto, más o menos todo en su sitio, igualado el pulso y con Nadal en clara línea ascendente.
El tercer set empezó de forma extraña, con un carrusel de breaks hasta que Nadal dijo basta . Dio un golpe sobre la mesa y celebró la victoria a lo grande, consciente de lo dura que fue la tarde. Gojowczyk también ganó a su manera, el descubrimiento de este inicio de temporada. Su nombre, impronunciable y difícil de escribir, es para memorizar.
Nadal, a la final de Doha
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