Sin que se puedan extraer muchas conclusiones de este triunfo ante un rival eminentemente inferior, sí que se puede deducir que la situación de Isco en el Real Madrid es más que complicada . El andaluz, que ya fue suplente en las semifinales ante el Kashima, tampoco estuvo en el once durante la final. Esta vez, además, no disputó ni un solo minuto.
Por mucho que Solari diga que está encantado con Isco, lo cierto es que el malagueño atraviesa un momento muy complicado y cuenta poquísimo para el argentino. Durante la final, se ejercitó durante casi todo el segundo tiempo, pero no fue uno de los elegidos para entrar en la reanudación.
Cuando Sergio Ramos marcó el tercer gol, y después de una peculiar celebración en la que mandó callar a la grada, el capitán abrazó a Isco en un gesto cariñoso para sacarle una sonrisa.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete