West Ham - Sevilla: La armada sevillista naufraga en Londres (2-0)

El Sevilla saltó al campo sabedor de que los locales iban a apretar de inicio, aunque quizás cedía demasiado el control del balón al rival. La primera intentona fue un remate de Fornals que cortó providencial Gudelj. Necesitaba el Sevilla dejar claro que sí, que no tenía el dominio, pero que podía golpear en cualquier momento y poner en alerta a los de David Moyes.

Lo logró en el minuto 26, coincidiendo con los minutos de más control del juego, cuando Areola realizaba un paradón a remate de En-Nesyri, que había recibido un centro de Augustinsson desde la línea de fondo. Justo lo que necesitaba el once de Lopetegui. Inmediatamente después un disparo de Koundé lejano con más fe que peligro lo atrapó el portero del conjunto inglés.

Pero los locales respondieron muy pronto con la ocasión más clara por su parte. Michail Antonio, una pesadilla hoy para la zaga sevillista, recibía un pase de Fornals y remataba forzado pero obligando a Bono a sacar una mano providencial que terminó de hacer buena Gudelj evitando el rechace. El duelo se movía en un ida y vuelta no propicio, por más que Jordán tuviese un remate algo precipitado que envió desviado.

Sin embargo, la peor noticia llegaría en el minuto 39, cuando, de nuevo Michail Antonio, causaba estragos en el área sacando un centro al segundo palo para que Tomas Soucek hiciera valer su superioridad física sobre Augustinsson y rematase de cabeza el 1-0 para los hammers. La eliminatoria estaba igualada, el London Stadium rugía. Tenían los de Lopetegui la misión de llegar al descanso sin más daños.

El segundo tiempo no arrancó bien, con un doble remate, primero de Soucek y después de Rice. No podía el Sevilla ejecutar su plan de sacar el balón en corto de la defensa, la presión del oponente le hacía cometer errores. En-Nesyri lo intentaba en un remate que no encontró portería justo antes de que Rakitic abandonase el campo para dejar su sitio a Óliver Torres. Nada le salía bien a los sevillistas. El West Ham estaba comiéndoselo, Lanzini tuvo una doble ocasión en la que se encontró con Bono.

No tenía mucha fe el Sevilla, y su primera llegada del segundo acto fue un disparo alto de Tecatito. El West Ham apretaba menos en la recta final, pero los de Lopetegui no terminaban de trenzar jugadas que le llevasen a las inmediaciones de Areola, que no fueras centros laterales inocuos. Tenía la inspiración Tecatito, pero se veía algo solo. El partido se marchaba a la prórroga.

Lopetegui dio entrada a Rafa Mir por En-Nesyri para estos 30 minutos adicionales. Y a los pocos minutos terminaba de gastar sus balas retirando a Tecatito Corona para meter a Munir. Soucek provocó un amago de infarto en la parroquia sevillista en un remate que se marchó al lateral de la red. El cambio de Luismi por Martial fue cuanto menos significativo. Llegaron vivos al descanso, que ya era bastante.

El segundo tiempo de la prórroga empezó con la entrada de Montiel por Navas, aunque bien podría haber sido cualquier otro, porque había varios jugadores con la batería fundida. De hecho, al poco tiempo entró Carmona por Gudelj. El conjunto de Nervión estaba a punto de sacar la bandera blanca y clamar por llegar a los penaltis y que Dios repartiera suerte, o acierto. Pero antes de sacarla apareció Andry Yarmolenko para culminar la remontada al aprovechar el rechace de Bono a un disparo de Fornals y marcar a puerta vacía el 2-0. Colorín colorado y triste final para un Sevilla decepcionante.