El sueño árabe enciende Nervión

Quiere ser Marruecos la sonrisa mundial que olvide por un momento todos los problemas de África. La que lleva ejemplificando un Bono que pasó por la cantera del Montreal Impact, poco antes de mudarse con siete años al país que ahora representa. Bono ingresó en el Wydad Casablanca , donde pasaría el resto de su adolescencia entre primeras paradas y reflejos. Uno de ellos fue conocer a Rafik Maatouf , amigo de la infancia, con el que compartió vestuario en dicho equipo, y con el que llegó incluso a defender la estrella verde de David en la selección olímpica de Marruecos cuando ambos soñaban con llegar a lo más alto. En conversación con ABC de Sevilla , Maatouf se refiere con cariño a uno de sus mejores amigos de siempre: «Mi hermano es una buena persona y lo respeto mucho. He tenido una muy buena relación con él desde la infancia. Para mí es el mejor portero del mundo. Pasamos muy buenos momentos en el Wydad Casablanca», señala.

No olvida Maatouf, que fue como un hermano mayor para Bono, al tener dos años más que él, cómo su mejor amigo emigraba de nuevo con destino a Niza, pero sólo temporalmente, antes de iniciar sus aventuras españolas en el Atlético de Madrid, el Zaragoza y el Girona, antesala de Nervión. Para Maatouf, que también sabe lo que es ponerse bajo tres palos, lo de Bono este Mundial es prácticamente una misión nacional: «Está haciendo un gran trabajo por su país. Es un gran guardián y una buena persona que ama mucho la bondad. Mi familia se alegra mucho por él; apoyamos a nuestra selección y queremos ganar la Copa del Mundo», sostiene, jalonado por las figuras de un combinado que comprende que la mejor manera de atacar es defendiendo y a eso se aferrará contra la escuadra de Mbappé desde el minuto cero. Porque el único que ha sido capaz de perforar la meta de Bono se llama Nayef Aguerd, compañero de equipo.

Hace doce años, cuando España alcanzó la gloria en Johannesburgo, cosas del fútbol, en el corazón de Sudáfrica, la Real Federación de Fútbol de Marruecos designó a Pim Verbeek como director técnico nacional de las selecciones jóvenes del país árabe. Su labor era la de identificar regueros de talento como los de Bono y Maatouf, y al entrenador neerlandés no se le escapó ni una pizca de la unión de los dos arqueros: «Verbeek nos dijo a Bono y a mí que nunca había visto porteros que también parecieran hermanos. Siempre estábamos juntos en la habitación del hotel», abunda, para señalar sus valores: «Es una persona hermosa, ama el bien para las personas y siempre sonríe. Ezaki Badou es una leyenda y Bono es otra . Espero que el Sevilla ponga una estatua de Bono en el club, como pusieron con Badou en Mallorca». 'Las manos de Alá' tildaron por entonces al ver la capacidad defensiva de un cancerbero al que ahora comparan con el propio Bono, también físicamente.

Uno de los entrenador que mejor conoce cómo se cría, pase a pase, el fútbol en Marruecos es Xavier Bernal , ahora en Dakar. Se ha llevado siete años, primero como director técnico de la academia Mirofoot, de donde salió Ounahi, una de las estrellas de Walid Regragui, y luego ha estado entre Casablanca y la Academia Rey Mohamed VI de la que salió el sevillista Youssef En-Nesyri : «Lo conozco muy de primera mano. Es un chico de Fez, de donde salen muchos jugadores. Llega a la academia, y en su primer año destaca bastante por las mismas cualidades que vemos ahora: rápido en 30 metros, con mucha potencia y fuerza». Bernal estuvo en la Rey Mohamed VI como entrenador del equipo satélite y fue responsable de formación. Coincidió su llegada con la marcha del delantero a la Costa del Sol: «Lo llevaron a hacer entrenos con el juvenil del Málaga de la mano de Manel Casanova y tomaron la decisión de quedarse con él. En-Nesyri hace un muy buen papel y marca un gol importante en la final de Liga de Campeones del juvenil y se hace con el puesto ya en el Atlético Malagueño. Y la explosión llega en el primer equipo. Lo reconocen en el Leganés y de ahí se va al Sevilla», apostilla.

El preparador nacido en Alemania vaticina que Marruecos no lo tendrá nada fácil para conseguir un sitio en la cita de las citas a nivel de selecciones, donde quieren estar Bono y En-Nesyri: «El paso a la final creo que será complicado por el mero hecho de cómo ha llegado hasta aquí. Le ha dado la iniciativa al rival y le ha dado para pasar. Pero con Francia tendrán que arriesgar un poco más, y es difícil que no reciba ningún gol, porque los franceses tienen mucha pegada». Maatouf todavía quiere soñar más alto: «No tenemos nada que perder. Si no ganamos, no hay problema, pero elogiaremos el desempeño de los jugadores de la selección. Hicieron milagros y escribieron historia. ¡Esperamos ganar la Copa!».