Sevilla - Elche: Entre las soluciones y la ambición

Tras empatar tres encuentros de manera consecutiva en LaLiga, ante el Valencia, el Alavés y el Osasuna, le urge al Sevilla dar un golpe encima de la mesa y quedarse con los tres puntos ante su afición. Las dudas se cortan mejor con seguridad y determinación. La ilusión se estimula ganando. Y la hinchada, tan fiel como animosa, espera que sea esta noche cuando el equipo sea capaz de romper por fin una mala racha de resultados. Desde hace ya más de un mes, concretamente desde el 9 de enero, el Sevilla no sabe lo que es vencer, un tiempo infinito para un equipo que se ha construido en la exigencia y con todos los valores de ambición. Atrás quedó la época en la que un empate del Sevilla fuera de casa se podía catalogar por bueno; ahora, las cosas del querer más y más, supone siempre un percance importante para mirar al futuro a corto plazo con más claridad. Nervión espera hoy la mejor versión del Sevilla, por mucho que el entrenador tenga que hacer de nuevo dibujos variados en la pizarra, sobre todo, en la banda derecha, tocada con las bajas de Montiel y Navas.

El Sevilla, metido en mil problemas desde que comenzó la temporada por tantos contratiempos en forma de lesionados o positivos por coronavirus, sigue buscando soluciones para tratar de encontrar de nuevo el equilibro y para darle a sus hombres de ataque el empuje necesario para llegar a la meta de Edgar Badía. Con la duda de Ocampos, que hasta hoy no se sabrá si podrá estar, y la baja de Montiel, con problemas musculares tras caer lesionado en el duelo ante el Osasuna, las respuestas de Lopetegui podrían pasar por darle el puesto de lateral derecho a Corona o a Koundé.

El francés ha jugado ya en otras ocasiones en esa demarcación, mientras que el mexicano anhela poder poner el estadio boca abajo. En apenas unos ratos, que son los que ha jugado hasta ahora Corona, el delantero ha dado buena muestra de la alta calidad que posee. Cuando el mexicano está en el campo, algo siempre puede pasar. A Corona se le espera. La grada casa con su juego, y el ex del Oporto no quiere esperar más para agradar a la afición. Para ello, debería tener la ayuda arriba de En-Nesyri, recuperado de su periplo con la selección de Marruecos y dispuesto a ser el jugador importante de la temporada pasada.

El delantero marroquí conoce lo que pretende Lopetegui arriba, pero sobre todo, es de los que mejor puede llevar a cabo en el terreno de juego la tesis del preparador vasco. Al margen los goles y las asistencias, que son, al fin y al cabo, lo más importante en cualquier partido de fútbol, el grado de presión que está capacitado En-Nesyri para someter a los defensas constituye la labor perfecta para que los que vienen por detrás o por las bandas puedan aprovecharse de ello.

En la búsqueda de espacios, cuando más cerca se esté de la meta contraria, mucho mejor, más aún si el rival llega crecido y con mucha confianza, caso de un Elche sorprendente en este comienzo de año. El cuadro ilicitano, hasta hace poco en una situación muy delicada que terminó con la destitución de su anterior entrenador, Fran Escribá, ha remontado y tiene ocho puntos más que el Cádiz, en zona de descenso. Su técnico ahora, Francisco, ha sabido transmitirle a sus jugadores la idoneidad de jugar con las líneas mucho más cerca y aplicando un ritmo muy alto en ataque. Los números del Elche con el entrenador almeriense al mando son más que buenos; de hecho, no sabe el cuadro ilicitano lo que es perder aún en lo que llevamos de año.