Ejercicio de autocrítica y puerta abierta a fichar

Han sido meses de complicaciones. Una tras otra. Desde la inexplicable plaga de lesiones hasta el derrumbe progresivo del equipo en su rendimiento, pasando por una mala (hasta el momento) planificación deportiva hasta llegar a la meta rocambolesca de sentar a un entrenador virtualmente destituido en el último partido ante el Borussia Dortmund. Las diferencias vienen de largo, porque desde el verano el Consejo apostó por el cese de Lopetegui mientras que Monchi sostuvo siempre lo contrario. Ayer, unos y otros optaron por el camino más corto hacia la redención y el despegue: mensaje de unión, asunción de responsabilidades sin tirar de excusas y optimismo de cara al futuro inmediato. Y promesas de calado, porque Castro, incluso, abrió la puerta a realizar un esfuerzo para realizar fichajes en el mercado de enero. «Somos ambiciosos y seguiremos siéndolo. Hay números, es normal. El invierno pasado teníamos posibilidades e hicimos un esfuerzo. Claro que se notó. Pero eso no impide volver a hacerlo. Si necesitamos un retoque, haremos lo necesario. Queremos generar ilusión. Y lo tendremos que hacer un esfuerzo para generar ilusión», sentenció.

Borrón y cuenta nueva , con nuevo entrenador y nuevas caras en el horizonte. Las desavenencias que hayan podido producirse, que las ha habido, quedan de puertas para adentro. Como cualquier escenario peliagudo, tocaba lavar los trapos sucios en casa y levantar la cabeza fuera de ella. Es más, la bien llevada por sus protagonistas comparecencia de ayer, se convirtió más bien en una carrera dialéctica entre Castro y Monchi por autoimputarse cada uno la mayor responsabilidad en la mala situación actual. Contra ello, esperanzador ejercicio de autocrítica, que destiló además «fuerza» y un firme propósito de regresar a la senda ganadora.

En esa línea, se instaló Castro, quien ha tenido que escuchar en los últimos partidos como parte de la afición ha pedido su dimisión: « Las críticas las asumo yo el primero . Soy el presidente. El culpable de todo. O el responsable de todo. Soy yo. Que la afición esté enfadada es lógico y normal. Si no ganamos y no jugamos bien es lógico que esté enfadada, comprendo que lo exteriorice. Me sienta mal que la afición me grite; no porque me grite, sino porque el equipo no funciona. Me toca revertir la situación, trabajar más, cambiar de entrenador como hemos hecho. Llevo aquí 26 años. 'Sólo' 26. He hecho cosas… En mis nueve años de presidente, el club ha estado en Europa. Excepto en la pandemia, siempre ha habido superávit. Mi gestión esta ahí. Estoy con mucha fuerza, muchas ganas, mucha ilusión. Y después de venir Jorge Sampaoli, mucho más; él conoce la plantilla, sabe cómo resolver la situación y vamos a ayudarle entre todos. Estoy enfadado conmigo mismo porque soy el primer responsable de la sociedad y el primero que sufre soy yo. Yo soy sevillista. Estamos sufriendo esta situación. Pero con muchas ganas; no sólo yo, sino el Comité de Dirección, el Consejo de Administración… todos. Vamos a revertir la situación, sin duda», aseguró el mandamás sevillista.

Al lado del presidente, llamó la atención cómo intervino Monchi cortando una pregunta que no iba dirigida a él para dar la cara y agarrar también toda su cuota de responsabilidad: «En cuanto a los gritos al presidente, si la gente se quiere pronunciar, la responsabilidad también es del director deportivo. Me siento responsable de eso y creo que no se merece ese mal rato. Cuando un club cesa a un entrenador, para mí es un fracaso, ya que no tuvimos las herramientas necesarias para conseguir los objetivos, pero no tengo que martirizarme; tengo que ponerme a trabajar para que Jorge (Sampaoli) tenga los mejores mimbres y mejores resultados», deslizó el director deportivo, admitiendo como Castro la intención de fichar.

Y es que el gaditano no puso un solo paño caliente a los errores cometidos: «El equipo no está funcionando. Evidentemente, la idea de planificación no funciona y asumo la responsabilidad. La cosa no pinta bien, pero estoy convencido de que la plantilla tiene argumentos. Confiamos en que florezcan y los jugadores puedan dar aquello por lo que fueron contratados y que los que estaban recuperen su nivel. Estamos en los exámenes parciales; el general se hace en junio. Asumiré mi responsabilidad si las cosas no acaban bien», aseveró Monchi.

Sobre el largo culebrón en el que se convirtió la salida de Lopetegui, el de San Fernando quiso dejar claro que « el comportamiento de Julen ha sido de diez . El proceso ha sido complicado; cuando los resultados no llegan se buscan soluciones y confiábamos en revertir la situación, pero cuando detectamos que era difícil, valoramos el cambio y en el momento que apareció Jorge (Sampaoli) pensamos todos que era la persona idónea. Ese es el proceso que se sigue cuando los resultados no llegan».

Además, preguntado por las formas o el momento de la destitución, ya decidida antes de sentarse el técnico vasco en el banquillo ante el Dortmund, Monchi puntualizó que «cuando mucha gente dice que nos hemos equivocado, igual nos hemos equivocado, pero todo se ha hecho desde el respeto. Después de debatirlo internamente, pensábamos que el entrenador más capacitado para afrontar el partido del Dortmund era el que conocía la plantilla y además creo que Julen merecía despedirse como se despidió en el campo , ya que nos ha dado mucho. Entiendo que haya gente que diga que fue un error, pero no comparto que digan que fue una falta de respeto», concluyó.