Sevilla Atlético - Barcelona B: Los guardianes de Nervión, a un paso de la salvación (2-1)

Hay partidos que uno puede ganar en el primer minuto: es la conocida batalla de la intensidad, esa que se libra sin necesidad, en ocasiones, de tocar siquiera cualquier jirón de la pelota. Las mejores actitudes siempre dan los mejores puntos. Con la cabeza alta por sentirse acompañado por un sevillismo preocupado por lo que ve arriba, pero ilusionado en lo que crece abajo, el Sevilla Atlético se instaló en la estabilidad de sus emociones y comenzó a jugar libre y felizmente. Salieron a divertirse, como dijo un buen día Johan Cruyff. Sacar a estos niños al patio y darles un balón es una bendición cuando todos van a una, y es que una llegará siempre y cuando mantengan el compromiso de todos. Altísima la presión de Acejo, los valores de Sergi Barjuán se vieron totalmente rebasados por la pasión franjirroja, y el Sevilla Atlético trasladó la Real Fábrica de Artillería de San Bernardo a la carretera de Utrera : disparos y y más disparos contra la meta de Arnau, porque los buenos siempre se entienden en las malas y este grupo jugó la mejor media hora de todo el curso. Qué forma de amar cada sentido de este deporte.

Así de bien hablaron en sevillista Isaac y Nacho, lenguas rojas ante la mudez del club por la ausencia de Iván en un día esencial. Es el de Seseña quien araña primero un gran chut, y luego Juan María quien pisa área y muerde la pelota con la zurda, pero se le queda corta pese a la valentía de un roteño que un buen día tendrá el premio que tanto merece. Largo se fue envío de Capi y Lulo capitaneaba el asedio con otro lanzamiento lejano. Ni por dentro ni por fuera, los azulgranas no es que perdieran toda la autoridad, es que los sevillistas le robaron lo más preciado que tienen, aquello por lo que comprenden el todo en esa soberana y legítima forma de entender el fútbol: el filial le arrebató el balón y jugó con él a lo que él quiso. Por eso desajustó mentalmente a su adversario. Sólo por medio de algún error puntual, como una mala salida de balón de José Ángel, el Barcelona B hallaba algún espacio inerte, pero no funcionaba la conexión entre Abde y Jutglá, que eran el preludio de las dianas sevillistas tras dos nuevos avisos que tenían la rúbrica de Isaac y Valentino.

El filial sevillista jamás dejó de sentirse cómodo porque para eso ponía su casa, y ahí que iba la generación Acejo a proponer justa la distancia que se reflejaba en el verde para lucirla ya en el marcador. Balón para Isaac en el carril del ocho, el sevillano reduce su perfil hacia dentro para ganar margen en un disparo que nadie espera y saca un latigazo lebrijano imparable para Arnau a media altura. Golazo para hacer justicia en el Jesús Navas y en el corazón humilde y herido de este atacante y de su familia, que ha visto cómo el potente canterano sevillista superaba un auténtico calvario de lesiones, sobre todo por el dichoso hombro, y ahora encuentra la recompensa a tanto sufrimiento diario con este gramático zurdazo que pone todas las tildes y comas en su sitio.

La imperceptible sonrisa de Acejo apenas se movería hasta el final. Ni con el segundo gol del Sevilla Atlético. Sube la banda diestra Valentino Fattore , que se abona a la cernudiana forma de ser feliz tras un arco, porque para eso su abuelo le enseñó a rezarle a los pies de la Esperanza, y cuelga un servicio brillante para Nacho Quintana , que le pega con el alma de este vestuario en el palo corto de sus emociones. Para cerrar el primer período, Jutglá evidenció que de LaLiga Santander a Primera RFEF sigue habiendo un escalón, y no al revés, después de tener dos claras tentativas, cada cual más franca, que no terminaba de materializar pese a su gran implicación: el filial nervionense era el único culpable de destruir la moral del ataque contrario. Se lesionaba Luismi, amén de una temporada llena de esfuerzos para el portuense, y volvía Pablo Pérez, que ponía un gran centro para el remate flojo de Capi en la reanudación del envite.

José Ángel veía la segunda amarilla y el filial se quedaba con diez casi toda la segunda mitad tras llegar tarde a un lance en el que el visueño decidió tarde y mal. Pero seguía costándole horrores al Barcelona B doblegar la muralla blanquirroja, modificada por la mano de Acejo para aguantar la renta. Pudo aumentarla incluso tras un robo de Juanlu, que se la regaló a Isaac, e Isaac le pegó como si no la esperara. Pudo haber sentenciado en el 66, y de esos perdones nació el milagro de todos los domingos de Javi Díaz , que se vestía de héroe ante la acometida de Jutglá para sostener a los suyos en una oportunidad que ya jamás volverá. Para incertidumbre del respetable, Ramos Mingo sobrevolaba el segundo palo para reducir la cuota en el 88. Y el terror se hizo dueño del Jesús Navas después de una falta clara a Javi Díaz en la que casi se reponía el empate en el tiempo añadido. Final, suspiro largo y a celebrar en su justa medida el mejor triunfo de la temporada. Con ganar en Tarragona, el Sevilla Atlético será equipo de Primera RFEF la próxima temporada. Les aseguro que esta generación no merece otro titular esta campaña.

Sevilla Atlético: Javi Díaz; Juan María, Kike Salas, José Ángel, Valentino; Nacho Quintana (Peral, m. 69), Lulo (Pedro Ortiz, m. 59), Juanlu, Capi (Cristóbal, m. 69), Luismi (Pablo Pérez, m. 50) e Isaac (Juanmi, m. 69).

Barcelona B: Arnau Tenas; Álex Valle, Ramos Mingo, Almeida, Dionkou; Abde, Mortimer (Zacarías, m. 80), Matheus, Fabio Blanco (Peque, m. 38), Antonio Aranda (De Vega, m. 38) y Jutglá.

Árbitro: Francisco Javier Fernández Vidal, del Comité Valenciano. Amonestó con tarjeta amarilla a Juanlu, Capi, Peque, Valle, Juan María y Peral. Expulsó a José Ángel con doble amarilla (m. 60).

Goles: 1-0 (m. 27): Isaac. 2-0 (m. 35): Nacho Quintana. 2-1 (m. 89): Ramos Mingo.

Estadio: Jesús Navas, ante unos 1.200 espectadores.