Detalles que marcaron un derbi triunfal para el Sevilla
La victoria ante el eterno rival estuvo tan marcada de antemano que el festejo final supuso la liberación del cuadro de Julen Lopetegui
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Iniciar sesiónLos derbis nunca son un partido más. Por más que los protagonistas se empeñen en decir lo contrario para restar presión de cara al duelo. Cuando arranca el encuentro tu adversario es tu enemigo hasta que se señala el pitido final. En el caso del ... último derbi ante el Betis , el Sevilla llegaba a dicho encuentro con más condicionantes de motivación si cabe que a otras citas, por lo que la importancia del duelo era si cabe mayor que de costumbre. Muchos aspectos contribuyeron a que la cita del pasado 27 de febrero se convirtiera en un derbi especial, no en aquello de «un partido más». Por lo ocurrido antes, durante y después del derbi, fue un partido con detalles que acabaron con el éxtasis en el vestuario sevillista.
En primer lugar, y muy presente desde la llegada de los equipos al estadio, la sed de venganza en el sevillista . En una ciudad tan dual, tan de guasa a veces mal entendida, todo lo ocurrido en el derbi de la Copa del Rey con Jordán, el aplazamiento del partido y la posterior reanudación y eliminación sevillista, además de las burlas del vestuario bético, crearon un caldo de cultivo propicio para una motivación aún mayor que la que ya generan estas citas. El vestuario sevillista, si bien no se pronunció durante la semana previa, sí saltó al terreno de juego dispuesto a dejar claro que había ganas de vendetta. En las celebraciones posteriores y mensajes en redes sociales se pasaron varias facturas. La celebración de Jordán, hombre señalado por el rival, fue un grito de despecho en boca del sevillismo.
Otro detalle muy pertinente en esta cita: el público del Ramón Sánchez-Pizjuán . Tras tres años sin acoger un derbi con público, Nervión se vistió de gala. Gran entrada de público, dos tifos en Gol Norte y el ambiente de las grandes citas llevaron en volandas a los suyos, que correspondieron desde el pitido inicial para aprovechar el ímpetu inicial de un aficionado también ávido de esos recuerdos desde su niñez con citas como la del domingo ante el eterno rival. Sin incidentes reseñables, como todos deseaban, y con resultado triunfal. Feliz regreso a los derbis en la parroquia sevillista.
En cuanto a lo futbolístico, el detalle principal que decantó la balanza fue la mejor incorporación al duelo de los de Julen Lopetegui . Avasallando a al Betis desde el pitido inicial, acabaron los verdiblancos prácticamente pidiendo la hora para reponerse después de 45 minutos demoledores. Algún sevillista incluso aprovechaba para resaltar su más intensa reivindicación crítica con un «si saliésemos así en todos los partidos...». Es un derbi, no se afrontan igual por mucho que se espere. Los dos mazazos seguidos con los tantos de Rakitic y Munir dejaron una renta que poder administrar después.
Porque, y así lo reconocían en el vestuario sevillista tras el partido, el equipo dependía mucho de ese plan de partido por el estado de sus jugadores . No hay más que ver cómo Papu Gómez se lesionaba a la media hora de juego y como Diego Carlos tenía que abandonar al descanso un primer tiempo que ya había jugado claramente mermado y condicionado físicamente. El 2-0 permitió que el Sevilla pudiera hacer lo que mejor se le da, defender. No en vano es el equipo menos goleado de las grandes ligas. Acuña tuvo que jugar con dolor lumbar en la recta final hasta ser sustituido, Tecatito notó el desgaste del partido con el Zenit y Fernando se multiplicó para cubrir la ausencia de Koundé . Fue un esfuerzo coral de todos. El segundo acto fue del lado verdiblanco, porque el Betis mejoró y porque el Sevilla le dio la iniciativa a su rival buscando un pequeño alivio entre el desgaste. El plan le salió a la perfección a Lopetegui.
Otro detalle más que marcaba este encuentro tenía que ver más con la clasificación que resultara del mismo . Sevilla y Betis llegaban al duelo con una diferencia de cinco puntos. Un triunfo verdiblanco ponía a los de Pellegrini muy cerca para acechar la segunda plaza de los de Lopetegui. Sin embargo, la victoria sevillista ha situado a su eterno rival a ocho puntos, un buen margen con 12 jornadas por delante. Sobre todo, en el Sevilla piensan en que hay rivales como el Barcelona que vienen en franca mejoría, por lo que todo lo que sea mantener a raya a los mismos es garantizarse una plaza en la próxima Supercopa de España y seguir incomodando al Real Madrid en la pelea por la primera posición.
La fiesta final
Por último, la fiesta final del sevillismo. Se juntaron todos estos condicionantes anteriormente mencionados para que la celebración post triunfo en el derbi fuera como no se recordaba en citas pasadas. Los jugadores dieron la vuelta de honor, hubo cánticos dedicados a Jordán y Julen Lopetegui (recuerdos del derbi copero), y en el vestuario un mensaje del técnico a los suyos: «dijimos que cuando volviéramos a entrar por esa puerta (la del vestuario) teníamos que estar orgullosos de nosotros. No se puede estar más orgulloso de este grupo. Tenéis unos cojones así de grandes». Más claro...
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