Luis Cuervas: «Las protestas no van a provocar dimisiones, pero sí refuerzan el sentimiento que hay»

¿Qué piensa de esta manifestación?

Es respetable y expresa la disconformidad de la afición. Eso sí, siempre que sea pacífico y no sea una agresión ni física ni verbal contra las personas que están ahora mismo llevando la gestión en el Sevilla. Aunque esto sea una sociedad anónima deportiva, no es una sociedad normal al uso, tiene por detrás una masa social que vive su equipo de manera muy directa y con mucho sufrimiento por lo que está pasando. Es una forma más de demostrar el descontento y de pedir cambios.

En 1995 surtió efecto…

En aquella época provocó que la presión social se canalizara a través de las personas que gobernaban la Junta Andalucía. Fueron ellos los que pidieron que esto cambiara y mi padre tomó la decisión de dimitir y dejar que el club siguiera su curso. Evidentemente, la manifestación de ahora no va a provocar la dimisión de los actuales dirigentes, ni mucho menos, pero sí viene a reforzar más el sentimiento que existe.

¿Cree que será numerosa?

Debería de serlo... Todo aquel que esté descontento tiene que respetuosamente mostrarlo. No estamos contentos. Yo como sevillista, no estoy contento, porque entiendo que se están haciendo las cosas mal y no hay una hoja de ruta. No sabemos a dónde vamos. Actuamos a golpe de impulso, de tapar agujeros y hay muchas dudas sobre el futuro.

¿Considera que puede influir en algo en los actuales dirigentes?

Es que en esta situación que tenemos ahora mismo es diferente a la de aquel entonces. Los motivos eran otros. En aquella época, el equipo incluso entró en UEFA, fueron otros problemas legales los que provocaron la situación. Después se demostró que no fue tan así y se revirtió. Ahora, la situación es otra. Los actuales dirigentes han llevado al equipo a una situación financiera poco sostenible y con un futuro muy incierto. Todo aderezado con una serie de pleitos cruzados y de pactos. Por mucho que un presidente de la Junta llamara al orden, es difícil mediar un acuerdo donde el principal conflicto está entre un padre y un hijo. Son situaciones que quizás pudieran resolverse más en un hogar, que en una manifestación.

Usted se ofreció a mediar en el conflicto accionarial.

Sí, siempre intento, lo sufro. Llevo toda mi vida en el Sevilla como hijo de presidente, como directivo, como aficionado y me he criado con todas las partes. Me llevo bien con todos y sufro, porque éramos amigos. Al final, cada uno ha ido tirando por su camino. Uno que era asociado con otro, ahora es su enemigo. El hijo con el padre, yo me crié con el hijo, me crié con el padre, es una situación muy dura. Llegar a un consenso es la única solución. Los pleitos no van a contentar a nadie y la que sufre es la entidad. Lo que hay es que tener voluntad por las partes, y sevillismo… No querer llevarse el último duro.

¿Hay solución a corto plazo?

A corto plazo no hay solución.

¿Y la venta del Sevilla?

La veo complicada. Si no se ponen de acuerdo para el bien de la entidad, pues difícilmente se van a poner de acuerdo aunque todos quieran vender. Esa es la impresión que tengo desde fuera... Y se ha llegado a una situación en la que todos piensan en vender porque esto está erosionando a muchas partes.

No es una situación agradable

Al final son sevillistas, no creo que estén contentos con lo que está pasando. Tienen familia y el fútbol tiene una parte muy desagradable al ser público. Yo lo viví como hijo de presidente muchas veces, porque en aquella época nos asaltaban al palco, porque no entrábamos en UEFA. Se abrían los goles para que entraran en preferencia a protestar y se permitía. Y muchas veces ha habido que salir en furgonetas de la Policía Nacional. Junior incluido. Todos tiramos de ese Sevilla y la protesta era otra.

La afición del Sevilla siempre ha sido exigente

Quizás ahora está más apaciguada. A lo mejor porque está más informada de que la situación jurídica ahora mismo está bloqueada y sabe que no se puede hacer nada. Todo enmarañado, unos vinculados con otros. Y la situación es difícil de solventar con protesta, pero tienes el derecho de protesta como socio que pagas un abono, pero no puede haber una solución inmediata.

¿Prima más el dinero que el sevillismo?

Mi padre vendió el Sevilla dos veces. Una primera vez, cuando lo vende a Antena 3 y una segunda, cuando recupera las acciones por la venta que se produjo a González de Caldas y le cede el remate a la sociedad constituida como Sevillistas de Nervión. Y las dos veces lo vendió por el valor contable, o sea, no se ganó absolutamente nada. A día de hoy, los actuales propietarios entienden que tiene que haber una remuneración, lo cual es respetable, pero yo apelo al sevillismo de todos por encima de la economía. Sé que quizás estuvieran dispuestos, pero el sacrificio es grande, porque la situación económica a la que han llevado al club es grave. Necesita urgentemente una aportación de fondos, no podemos seguir adelantando ingresos futuros, no podemos seguir descontando contratos, esto tiene un límite financiero.

¿Y cuál es la solución?

Mientras que no haya unanimidad… deben decidir entre todos hacia dónde quieren ir. Hay un dicho que dice que si no tenemos claro el destino al que vamos, podemos acabar en cualquier sitio. El Sevilla no sabe a dónde va. Se ha actuado más por impulso que por sentido común. Cuando el Sevilla tuvo criterio, fuimos campeones de Europa.

¿El descontento viene en parte por el desconocimiento que existe sobre la situación real del club?

La realidad es que el presidente no hablaba desde abril. Mientras que el cabeza visible no marque la línea, no sabremos dónde vamos. Una de las cosas principales que hay que hacer es contar la verdad. Decir que nuestro proyecto, es un proyecto de cantera vinculado a un entrenador y a un director deportivo en los próximos años y que hay que apoyarlos a muerte. Quedemos el 13 o quedemos el 17.