Jesús Navas lleva poco más de tres meses fuera del Sevilla. Desde su retirada del fútbol profesional, su equipo no ha sido capaz de alcanzar la victoria en el Sánchez-Pizjuán, como si una especie de maldición se hubiese apoderado de los sevillistas ... cuando juegan delante de su público. García Pimienta no ha podido girar ese destino que estaba llevando a sus hombres a sentirse intimidados por su propio feudo. Con el cambio en el banquillo, el club pretende que tanto el clima como el sentimiento del equipo se transformen en las últimas jornadas dentro del templo nervionense. Joaquín Caparrós es una especialista en apelar a su propio sentimiento sevillista para que el público se ponga de su parte. Y así se lo reconoce Jesús Navas, a quien le une una estrecha relación con el entrenador utrerano.
«Caparrós es entrega, trabajo, esfuerzo y dedicación». Jesús Navas describe para ABC de Sevilla las cualidades de ese técnico al que el propio club de Nervión le entregó el Banquillo de Oro, la máxima distinción para un entrenador, no hace tanto tiempo. Como un reconocimiento a toda su trayectoria y a esos 241 partidos dirigidos al Sevilla en tres etapas distintas. Lo que nadie podía pensar a estas alturas es que llegase una cuarta, con la que incrementar ese número global.
En muchos de esos partidos, estando en todas las etapas con el de Utrera, Jesús Navas llevó también a gala ese sevillismo de quien ha sido su bandera hasta hace bien poco sobre la hierba y ahora, cuando encuentre su encaje ideal en el organigrama del club, también en los despachos. Una de las personas que tuvo más influencia en Jesús, tanto en su carrera como en ese apego al escudo del Sevilla, fue el propio Caparrós, y así lo describe el palaciego: «Caparrós es darlo todo. Es puro sevillismo y va a transmitir esa experiencia y ese amor que lo une a nuestro Sevilla FC».
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