Isaac mantiene su interminable pelea con el gol

El nigeriano sigue recuperándose de su última lesión muscular y trata de no forzar en ciertos aspectos del juego, como el golpeo duro a portería. Por su parte, el canterano sigue con esa pelea interna en la que su fútbol se ha venido abajo tras su irrupción hacer más de un año. Ha pasado un mal año de confirmación con el primer equipo y la sensación del cuerpo técnico es que el jugador sigue bloqueado por la responsabilidad, ya que en los partidos falla ocasiones (como ante el Sunderland) que sí mete en los entrenamientos.

Este mal que acompaña a Isaac en el último año preocupa y mucho, tanto al entrenador como al director deportivo. Ambos saben que por mucho fútbol que llegue a generar el Sevilla, sin un rematador de garantías todo ese trabajo puede ser estéril. Por tanto, este mes de prueba debe servir para que Matías Almeyda encuentre la fórmula de que sus delanteros tengas mayor presencia anotadora, o pedirle al club un esfuerzo en esa posición.

Porque ambos jugadores permanecerán en la plantilla. Tienen contrato en vigor y la idea es seguir confiando en los dos. Una tercera vía elevaría la competencia, situación que Isaac no tuvo el pasado curso y que perjudicó enormemente su rendimiento individual, ya que sentía que debía jugar por decreto pese a su bajo rendimiento. Este Sevilla de más vértigo que prepara Almeyda le puede beneficiar, mientras recupera un olfato de gol perdido. Cinco goles en 32 partidos fue su hoja de servicio el pasado curso.