Mir da una lección de campeón en el Gran Premio de Europa

En un Mundial cocinado a fuego lento, Mir tenía esa espinita clavada de no haber sido el protagonista absoluto en ningún circuito. De ahí que celebrara con un grito de rabia mientras se abrazaba a su ayudante Tomás Comas. Un respiro, un alivio, una losa quitada y una alegría máxima porque es un campeón con todas las letras y ya, por fin, con una victoria en este 2020 en su palmarés.

Una victoria igual de paciente y convencida que todo su campeonato. Salía quinto, la moto encendida en esa salida con la rueda delantera en el aire para atrapar un par de posiciones nada más empezar. Solo por delante, Pol Espargaró y su compañero Álex Rins. Un Álex Rins que tenía mucho que ofrecer también en Valencia, por lo que enseguida se puso a rueda de Espargaró. Apenas le costó dos vueltas más superar a la KTM. Mientras Mir se mantenía cerca, pero sin sobrecargar las ruedas ni su propia adrenalina, sin perder de vista ni la posible victoria ni el campeonato.

El mallorquín se encontró, además, con una sorpresa: la caída de Fabio Quartararo en las primeras vueltas. Uno de sus máximos rivales por la lucha por el título se dejó en el suelo casi todas las opciones de vencer después de verse tan cerca con un inicio de temporada excepcional.

Y a mitad de carrera, otra sorpresa: Rins se equivoca de marcha y Mir aprovechó el hueco para comandar la carrera y entrar en la meta por la puerta grande: primera victoria del año, más líder que nunca, y no solo por puntos. Ahí está la paciencia, la garra, el talento y la euforia.

«Me siento igual, era lo que me faltaba. Creo que ha llegado en el momento idóneo. Me he sentido muy bien», se expresaba el mallorquín, que en este mismo circuito de Valencia, dentro de siete días, tendrá su primera opción para ser campeón del mundo. En su segundo año en la máxima categoría.

Tiene 37 puntos sobre Quartararo y sobre Rins , con 50 por disputarse. Aunque el Gran Premio de Portugal sigue en dudas por las restricciones por coronavirus. Y da a Suzuki un doblete histórico. El romántico Suzuki sigue soñando en este 2020.