Messner pierde el Annapurna por cinco metros y deja de ser considerado el primer hombre en escalar los 14 ochomiles

En ocasiones, el principal oponente no se encuentra en el terreno deportivo. En las décadas de 1970 y 1980, Messner fue conquistando cimas al tiempo que cambiaba el estilo del montañismo de gran altitud. Inspirado por el austriaco Hermann Buhl y el italiano Walter Bonatti, fue uno de los primeros en transferir las tácticas de la escalada alpina al montañismo de gran altitud, ascendiendo sin oxígeno embotellado, con un equipo mínimo que reducía los tiempos. Transformó además el tradicional espíritu viril y heroico de este deporte por una filosofía motivacional, obteniendo con ello un impacto en los medios de comunicación al que esta modalidad era completamente ajena.

En 1978, él y Peter Habeler fueron las primeras personas en alcanzar el pico más alto de la tierra, el Monte Everest (8.848 metros) sin la ayuda de oxígeno. Desde 1986, fue considerado la primera persona en 14 niveles en el mundo y en hacerlo sin la ayuda de oxígeno, lo que lo convirtió en una especie de héroe cuyo principal enemigo nunca fue otro alpinista, sino un estudioso que actuaba desde su pequeño despacho de Lörrach y que nunca ha puesto un pie en una montaña.

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El alemán Jurgalski, el gran notario de las ascensiones al Himalaya, ha publicado un estudio en el que asegura que solo tres personas habrían alcanzado en realidad los catorce ochomiles de la Tierra

Eberhard Jurgalski se dedica desde 1981 a recopilar datos sobre las montañas con más de 8.000 metros y sus ascensos, para después publicar artículos y libros sobre el asunto. Nunca ocultó que el estilo de Messner no era su preferido y en sus textos denota cierta nostalgia por tiempos en los que la escalada de alta montaña era un deporte de caballeros y de tono más épico. Su página web '8000ers.com' fue la primera en publicar su denuncia sobre la base de criterios topográficos.

Gracias a comprobaciones con la ayuda del Centro Aeroespacial alemán, determinó que la ruta de Messner y su compañero de equipo Hans Kammerlander, en 1985, había dado la vuelta en un punto de la cresta de la cumbre del Annapurna que se situaba cinco metros más bajo que la verdadera cumbre y 65 metros por delante punto más alto, 8.091 metros de altura. En realidad, pudo determinar que tres de los 14 ochomiles habían sido falsamente coronados, todos ellos por poca distancia de diferencia y por distintos deportistas que habían cometido los mismos errores, por lo que elaboró su propia lista de alpinistas, en la que elimió a Messner de la categoría de 14 ochomiles. También se vio afectada Gerlinde Kaltenbrunner de Austria, anteriormente considerada la primera mujer en coronar ochomiles.

Su teoría causó revuelo, pero durante un año fue puesta en cuarentena, hasta que la publicación del Guinness World Records 2024, que acaba de salir de imprenta, le ha dado la razón.El propio Messner, a sus 79 años, ha reaccionado restando hierro al asunto: «No me interesa saber si mi nombre figura en el Libro Guinness, no me pueden quitar un récord que nunca he reclamado», ha dicho. En declaraciones anteriores, Messner había descalificado a Lörracher afirmando que «No tiene idea. No es un experto. Simplemente confundió la montaña. Por supuesto que llegamos a la cumbre», acusándole de utilizar su fama para difundir teorías de conspiración.

Messner ha descrito en varios libros cómo él y Hans Kammerlander alcanzaron la cumbre del Annapurna, cómo las nubes se disiparon y desde allí pudieron ver el campamento base. Pero asándose en datos digitales del Centro Aeroespacial Alemán y en fotografías de la cumbre, Jurgalski llega a la conclusión de que desde la cima del Annapurna no se ve ningún campamento base.

En el último Libro Guinness, todos los registros afectados por el cambio reciben la adición «heredado» hasta febrero de 2023. El título de Messner lo ha heredado Edmund Viesturs, que logró su último ochomil con el Annapurna en 2005. Sin embargo, entre los montañeros, 'The Himalayan Database' se considera la referencia más fiable en crónicas de cumbres del Himalaya y esta fuente todavía contiene la expedición de Messner al Annapurna, que emprendió en 1985 junto con Hans Kammerlander. «He estado trabajando en esto durante 42 años y podría empapelar las paredes con cartas de agradecimiento de montañeros y líderes de expediciones», ha defendido su clasificación el cronista.