El baúl de los deportes
Cuando Laporta tildaba de «vergüenza, ridículo y esperpento» el comportamiento del Barça
En abril de 2000 el club azulgrana se negó a jugar el partido de vuelta de la semifinal de Copa del Rey ante el Atlético de Madrid
El tenista del Titanic al que quisieron amputarle las piernas
Los futbolistas del Barcelona, abril de 2000, posan fuera del campo negándose a jugar.
Hace 23 años el Fútbol Club Barcelona protagonizó un sonado escándalo. El 24 de abril de 2000, la directiva del equipo catalán decidió que su primer equipo no jugase ante el Atlético de Madrid el partido de vuelta de una de las semifinales de ... la Copa del Rey. El titular de ABC dibujó con trazo directo y preciso lo sucedido aquel lunes en el Camp Nou: «El Barcelona completa la pantomima».
Tras perder 3-0 -goles de Hasselbaink, Baraja y Hugo Leal- en el encuentro de ida celebrado el 12 de abril en el estadio Vicente Calderón, el Barça urdió durante los días posteriores la citada «pantomima». En su libro '366 historias del fútbol mundial', Alfredo Relaño refresca el argumento esgrimido por José Luis Núñez, entonces presidente de la entidad blaugrana: «La semana reservada para los partidos de vuelta coincidía con una semana de partidos de selección, aunque partidos amistosos. Ese verano se jugaba la Eurocopa de Inglaterra y ya se habían cerrado los grupos de clasificación. Pero el Barça tenía muchos holandeses en sus filas: seis. Su propio entrenador era holandés, Van Gaal. Además, tiene algún jugador lesionado y trata de forzar un difícil aplazamiento del partido, que se le niega».
«Las vísperas son polémicas, porque el Barça insiste en que no tiene más que diez jugadores y el portero suplente. No es del todo cierto, porque Amunike ya está curado y entrenando con el alta médica, aunque aún no ha reaparecido. Se le sugiere que obtenga permiso para que los internacionales holandeses se incorporen un día más tarde, como ocurre en otros casos en esa misma jornada, pero dice que Rijkaard, seleccionador holandés, niega el permiso. Se recuerda entonces que el 28 de abril del año anterior, con ocasión del partido del Centenari del Barça, Van Gaal había obtenido de Países Bajos permiso para que todos sus jugadores fueran rebajados de un amistoso, y que ahora podría hacer lo mismo. Pero no hay manera. (El partido del Centenari, Barça-Brasil, lo organizó Nike, marca que tenía contratados al Barça, a Van Gaal y a varios de sus holandeses)».
La escenificación de lo grotesco comienza en la víspera, domingo 23 de abril, cuando Van Gaal dio vacaciones hasta el miércoles a sus once jugadores disponibles… pero avisándoles a todos que deberían estar localizables. «Núñez aclaró que el Barcelona ha cumplido y cumplirá todos los requisitos previos que exige la Federación para que tenga lugar un partido: precisar la hora del partido (nueve de la noche), abrir las instalaciones del estadio y hacer comparecer a sus jugadores (los once que posee). Inmediatamente después, el equipo local dirá que no juega, por lo que tampoco se ponen a la venta localidades: 'El Barcelona no abandona, sino que no puede jugar si no tiene jugadores. Estamos dispuestos a no jugar y a dar la eliminatoria por perdida, pero no a hacer el ridículo'. Concretó que su club ha hecho llegar a la Casa Real su postura respecto al partido y su preocupación porque se devalúe esta competición. En una nota oficial, el Barcelona criticó 'el hecho de que se obligue a jugar un partido de semifinales de la Copa del Rey pese a no disponer del mínimo de jugadores necesarios para formar un equipo, cosa que significa un desprecio a la competición'. El Barcelona subrayó que el reglamento de la Copa no permite alinear en un partido a más de tres jugadores del filial 'a fin de mantener un alto nivel de competición y en cambio se obliga a jugar a un equipo con diez y sin poder hacer cambios'.».
La lista de jugadores azulgrana oficialmente disponibles estaba compuesta por dos porteros –Hesp y Arnau-, tres futbolistas con ficha del filial –Puyol, Xavi y Gabri- y seis de la primera plantilla: Abelardo, Dehu, Sergi, Guardiola, Dani y Simao.
Video.
Y, como estaba anunciado, llegó la breve y rocambolesca escena principal. Televisada en directo –en pago por visión (ppv)- para toda España. Así resumió ABC la crónica del bochorno: «Un socio del Barcelona, muy viejecitó él, observaba el espectáculo. Tenía un número de carné muy bajo, con la insignia del club de sus amores en la solapa y no decía ni palabra. Eso sí, tenía una mirada de infinita tristeza. Luego comentó que nunca había visto una cosa igual a pesar de la cantidad de años que llevaba viniendo al Camp Nou. Se acercó al estadio porque creía que Núñez se echarían atrás a última hora».
Repercusión mundial
«Fue patético, una imagen increíble, un papelón para no creer, una pantomima llevada hasta los últimos límites porque incluso los jugadores del Barcelona, vestidos de futbolistas, llegaron a saltar al borde del terreno de juego. Los azulgrana se quedaron en el margen del campo hasta que el árbitro, Díaz Vega, llamó a su capitán, Guardiola. ¿Qué pensaría Pep?, una persona tan cabal y cerebral como él realizando ese rol, uno de los más tristes de su vida. Guardiola explicó al colegiado la postura del club, llegó hasta el medio campo, habló con Santi, el capitán del Atlético, y después de unos minutos de charla, abrió los brazos como diciendo '¿qué puedo hacer yo?', y se fue ordenando a sus jugadores, los diez que habían salido más Arnau que estaba en el banquillo, que se retiraran a los vestuarios».
«Lo curioso es que todo estaba preparado como si se fuera a jugar el partido. Los kioscos de pipas, abiertos, los perritos calientes, las palomitas... Se encendió la iluminación y los voluntarios de la Cruz Roja estaban preparados. Incluso entraron algunos socios, unos mil, por las puertas preparadas para ellos. Es más, media hora antes del encuentro, en la antesala de vestuarios, un empleado del club colgó las pizarras con las alineaciones de los dos equipos. De traca. En la del Barcelona había diez jugadores y al final el número dos con el espacio del nombre vacío. Debajo, Arnau como portero suplente. En el Atlético todos los convocados, incluido Pilipauskas. De hecho, hasta los responsables del antidopaje entraron luego en los vestuarios. ¿Se lo pueden creer?... »
El paripé del sorteo arbitral en la semifinal copera: Santi se despide de Díaz Vega mientras Guardiola se va.
«A medida que pasaba el tiempo, la temperatura se elevaba en las gradas. Cinco minutos después de que el Barcelona se fuera del campo lo hacía Díaz Vega. Seis minutos más tarde lo hacía el Atlético de Madrid mientras que el público se ponía en pie y les gritaba '¡A Segunda, a Segunda!' (en ese momento el Atlético era penúltimo clasificado en la Liga y al final de la misma acabó descendiendo)… Mientras, los responsables de todo, Núñez y Van Gaal, no dijeron esta boca es mía. El presidente ni apareció por el palco mientras que el entrenador llegó, vio y se fue con los suyos. Ahora vendrán palabras, fundamentos jurídicos, apelaciones, alegaciones, bla, bla, bla, pero lo que no se le olvidará a nadie es el rostro demacrado de Guardiola y la cara de tristeza del socio azulgrana».
Fue un escándalo mayúsculo. Por el hecho en sí mismo -una cita en la cual dos de los más grandes equipos españoles se jugaban el pase a la final del torneo que lleva el nombre del Rey (el campeón de Copa 1999-2000 fue el Español, que ganó 2-1 al Atlético en Valencia)- y por las sorprendentes y lamentables imágenes –fotos y, sobre todo, vídeos- que dieron la vuelta al mundo.
Representantes de numerosos clubes y organismos futbolísticos reprocharon el plante del Barcelona. Jesús Gil, presidente del Atlético y, por tanto, testigo y afectado directo, declaró: «Es la primera vez que se da un fenómeno tan raro y anormal como éste. Es algo que hace un daño muy grave al fútbol». Vicente del Bosque, entrenador del Real Madrid opinó que «el Barcelona ha perdido clase y 'seny'. La Copa no se devalúa con su actuación, el único que se ha devaluado ha sido el club catalán». Y Luis Aragonés, técnico del Real Oviedo, manifestó: «Núñez es el mejor presidente, pero ha pegado una cagada de campeonato. No se puede hacer esa pantomima. Es querer tirar un torneo como la Copa, que es precioso, y si no que se lo digan al Barcelona, que es el que más veces lo ha ganado».
Sanción... e indulto
Solo mostraron su apoyo a la decisión del club catalán los socios y simpatizantes culés. Y ni siquiera fue una defensa unánime. Hubo mucha división entre la masa social barcelonista. De hecho, una de las voces más duramente críticas fue la de Joan Laporta, fundador y entonces portavoz de Elefant Blau (Elefante Azul), plataforma de oposición a la junta directiva de José Luis Núñez.
«Ridículo y esperpéntico. Nos han hecho pasar vergüenza –declaró un indignado Laporta-. Se nos ha despreciado a los socios por la actitud de que hasta las nueve de la noche no se sabía si se jugaba o no. Se ha puesto en evidencia la planificación deportiva por parte del señor Núñez y el capataz, que es el señor Van Gaal. Parece que no sepamos perder. Si no se ha jugado es porque Núñez y Van Gaal no han querido, perjudicando la imagen del club y no se puede tolerar. Eso de que el club es del socio es una falacia».
La Federación Española de Fútbol fue rauda como pocas veces en imponer el castigo correspondiente al Barça. Y lo hizo con la máxima dureza. Tres días después, el 27 de abril, el Comité de Competición ratificó la derrota por incomparecencia (3-0), la consiguiente eliminación de la Copa, la más elevada multa contemplada en el reglamento –dos millones de pesetas (12.000€)- y la suspensión de un año sin poder jugar el torneo.
El epígrafe más doloroso del castigo, la prohibición de jugar la Copa del Rey 2000-01, no se llegó a ejecutar. Apenas se mantuvo en vigor tres meses. El 14 de julio, Ángel María Villar, presidente de la Federación, anunció en la Asamblea anual las tradicionales medidas de gracia para todo el fútbol (salvo en los casos de agresión a colegiados y de dopaje) con motivo de su cuarta reelección al cargo, lograda en febrero de ese mismo año. Así que al año siguiente el Barça jugó el torneo, volvió a llegar a semifinales y volvió a quedar eliminado (ante el Celta). Eso sí, esta vez compareció en el partido de ida (3-1)… y en el de vuelta (1-1).