España: las claves de un empate inquietante

Se hablará hasta el próximo sábado, día del duelo decisivo ante Polonia, de Álvaro Morata y sus fallos, señalado porque su trabajo, el del gol, no lo hace tan bien como todo lo demás. Corre, presiona, se vacía, pelea... pero no marca, un problemón porque el equipo juega bien por momentos y no define. En la recámara está Gerard Moreno, 23 goles este año en Liga y cuyo final de temporada invita a pensar con cierto optimismo.

España, por momentos, se cansa de pasarse la pelota. Es verdad que la mueve con rapidez y que el pésimo estado del césped de La Cartuja le penalizó, pero también necesita un poco de verticalidad. Fue mejor el primer tiempo que el segundo, ese es el camino.

Entre la muchachada de la selección, hay una virtud de la que antes carecía este equipo: hay quien tira desde fuera. España siempre se ha empeñado en entrar con el balón en la portería, pero no siempre es el mejor de los caminos. Olmo dispara siempre que puede, Rodri también lo intentó y Koke probó esa suerte. En el banquillo estaba Fabián, cuyo golpeó puede ser un gran recurso.

La selección no defendió mal, no se puede decir que cantase atrás, pero Suecia tuvo el gol en dos ocasiones clarísimas, las dos únicas aproximaciones al área de Unai Simón. Isak volvió loco primero a Laporte y después a Pau Torres, dos centrales zurdos con muy buena planta, pero a los que les faltó contundencia en esas acciones. El equipo debe mandar un mensaje de autoridad para que no haya dudas tampoco en la retaguardia.