El Barça tira media Liga

A partir de ahí, el Barça perdió ligeramente su harmonía y su fluidez, y por ser demasiado vertical dimitió del gobierno del encuentro. Poco acierto en el remate, poca finura en los genios. A pesar de que tanto Neymar como Messi intervenían en el juego todo lo que podían, cuando la magia no comparece sólo queda el sudor y no sirve para nada. Por eso hay que dejar siempre trabajar a los genios sin molestarlos con vulgaridades, porque la Gracia es intermitente y es fundamental que los que la tienen al alcance no se cansen nunca de intentarlo.

Tan cierto era que el Barça no se cansaba de buscar el gol como que el gol no llegaba, y el Villarreal se dejaba dominar confiando en su seguridad defensiva y a la espera de poder armar sus peligrosos contraataques. Los azulgrana maduraban el partido muy cerca del área local, explorando las debilidades del fortín valenciano, pero la muralla parecía inexpugnable. Luis Enrique resoplaba en la banda. Los jugadores del Villarreal empezaban a dar muestras de cansancio, lo que a nadie podía extrañar por el tremendo esfuerzo realizado.

Notable primer tiempo del Barcelona, sólo se les resistió el gol. Desde el 23 de noviembre en Glasgow, el Barcelona no es capaz de marcar fuera de casa durante la primera parte. Pero el equipo parecía definitivamente instalado en su línea de mejoría, aunque con poca precisión arriba y con algunos despistes defensivos que normalmente se pagan más caros.

El Barcelona empezó la segunda parte con las mismas banderas de la primera, intentándolo todo y fracasando en todo, pero dejando la sensación en cada ataque de que el gol acabaría por llegar. Y en efecto llegó el gol, pero del Villarreal, que aprovechó un rápido contraataque que remató Sansone ante el pobre reagrupamiento defensivo del Barça y un Ter Stegen que pudo hacer algo más. A los que en algunos momentos de nuestra vida estuvimos acostumbrados a pagar muchas Fantas para ver cómo al final llegaba el de siempre a llevarse a nuestra princesa por delante, el primer gol del Villarreal nos resultó tristemente familiar. Con tanta Fanta inútil, el Barça quedó algo anonadado tras el tanto y tardó algunos minutos en reaccionar. Controlaba el partido, atacaba con velocidad e ideas, pero continuaba rematando todo lo que generaba con una gran ingenuidad. El Villarreal estaba cansado pero no se notaba y hacía bien todo lo que intentaba. Excelente trabajo individual y colectivo, con ayudas inteligentes y consistencia en todas las lineas. Asenjo, inconmensurable, lo paró todo. Soberbio Bruno. Pato, siempre dispuesto a salir volando en contraataque.

El Barcelona tenía clara la idea pero no llegaba a realizarla con el cuerpo. Ataques planos, inocentes, sin ninguna inspiración. Se fue André Gomes y entró Denis Suárez, y Arda sustituyó a Digne llegó el minuto 70 y a la espesura culé se le añadió la prisa.

En el 70, Iglesias Villanueva se comió un clamoroso penalti de Bruno por mano voluntarísima . Y en el 71 Messi remató al palo: precioso disparo. El colegiado compensó su error en la jugada siguiente perdonándole un claro penalti a Mascherano , también por mano. Messi en el 89 empató colando por la escuadra una falta, pero no hubo tiempo para más.

El Barça no jugó mal e hizo evidente su mejoría, pero con semejante imprecisión ofensiva es muy difícil ganar los partidos. Ayer ante un Villarreal perfecto en todos sus cometidos se dejó media Liga.