Entrevista
Joseph Blatter: «En la FIFA continúan unas personas que no se ajustan al ‘fair play’ del fútbol»
Tras meses de silencio, el inhabilitado dirigente suizo tiene ganas de hablar. De su situación y la del fútbol. Y de su sucesor: «Infantino es un maleducado»
Joseph Blatter, 86 años recién cumplidos, fue durante mucho tiempo (de 1998 a 2015) el mandamás del fútbol mundial, la cabeza de un negocio mayúsculo, el presidente de la FIFA. Hoy es un hombre señalado, con su reputación bajo sospecha, tras ser inhabilitado por el ... comité de ética de la organización. Desde su residencia en Suiza, mientras reivindica su inocencia y limpieza moral, habla de su pasado y de su futuro, y también del del fútbol. Hacía años que no concedía una entrevista a un medio español.
-¿Cómo es un día normal en la vida de un expresidente de FIFA?
-Tuve un problema de salud, pero ya estoy en condiciones. Vivo en Zúrich, en la casa que ocupé desde 2005. Era de la FIFA, la vendió y yo continúo viviendo aquí. He instalado una oficina, con otro interés en la vida, pero naturalmente ligado al fútbol. Es imposible dejar el fútbol cuando has trabajado 45 años en esa organización que se llama FIFA. Sigo vinculado al fútbol viéndolo por televisión. Y directamente formo parte del Grasshopper.
-¿Cómo recuerda su paso por FIFA?
-Tomé muchas decisiones. El desarrollo del fútbol femenino, que prácticamente no existía cuando mi llegada. Y la más importante, el desarrollo del fútbol como juego universal. El fútbol es para todos, no únicamente de América del Sur y en Europa. Tiene que estar presente en todo el mundo. Organizar la Copa del Mundo en Sudáfrica fue un monumento, confirmar que esa región podía acoger grandes eventos deportivos. La situación actual es que el mundo entero es muy egoísta, pero debemos trabajar en unificación y no en dispersión.
-¿Presidir la FIFA le quitó años de vida o lo disfrutó?
-Empecé en FIFA siendo director técnico, como jefe de desarrollo, después como secretario general y finalmente como presidente. Para mí fue extraordinario. Cuando abandonó la presidencia, Joao Havelange me dijo un día: “Joseph, tú has creado un monstruo”. Yo no estoy de acuerdo con ese monstruo, pero el fútbol ahora es una organización internacional reconocida e importante en el aspecto social, cultural y económico.
-Sobre todo económico, ¿no?
-Y también político. La política entra en el momento en el que tomamos la decisión de organizar la Copa Mundial en Catar. Esa fecha importante, el 2 de diciembre de 2010, tomamos la decisión de organizar dos Copas, en 2018 y en 2022… Para la decisión de 2022 hubo una intervención política por parte del presidente de Francia de entonces (Nicolas Sarkozy) para cambiar algunos votos. Mi idea era que fuese Rusia 2018 y luego Estados Unidos 2022. Más que por una razón deportiva, por un equilibrio político. La situación no era la de hoy, con ese gran conflicto de Rusia con gran parte del mundo, a excepción de China. Pero las decisiones tomadas por el comité ejecutivo de entonces no fueron acordes a la mía y a la mayoría de mi comité. Pero no podemos cambiar la historia.
-¿Ese Mundial de Catar se debió suspender o cambiarlo de sede?
-¿Por qué? Ese Mundial fue decidido finalmente por el comité ejecutivo de la FIFA de una manera democrática. Después, la comisión ética de la FIFA, junto al fiscal americano, hicieron una investigación y el resultado dijo que en la atribución de los Mundiales de 2018 y 2022 no había inferencias que necesitasen de su intervención. En mi opinión sí hubo una intervención política de la presidencia francesa de la época, al frente de ella miembros del comité ejecutivo como Platini, pero si hubo otros temas de corrupción ahí yo no entro. Personalmente nunca estuve en la situación de que algunas personas me hayan ofrecido chantajes para condicionar esas elecciones. En todo caso, ahora sería muy difícil cambiar de sede. Debemos jugarlo. No es una buena época, especialmente para Europa, pero es lo que hay.
-Ha declarado que le quisieron eliminar del fútbol. ¿Por qué lo cree?
-Porque cuando una persona continúa en un éxito grande, desarrolla el fútbol cuando antes prácticamente no había nada, se generan envidias y celos. Algunos no me quieren mucho. Entonces, cuando llego a una situación no muy clara, que no está clarificada aún, naturalmente han pensado que la mejor solución es eliminar a Blatter del fútbol. Esto es un hecho. Finalmente la comisión de ética me eliminó del fútbol y después la justicia suiza se amparó en ese tema para meternos a Platini y a mi persona en una tribunal. Creo que será solucionado en la segunda parte del año.
-¿Cuál fue esa situación no muy clara?
-Se trata del pago de un salario cuando Platini trabajó en FIFA en los años 1998-2002. Es algo legal y confirmado por las instancias legales de la FIFA incluidas en el congreso. Dos millones de francos suizos es la cantidad, exactamente. Fue todo legal. Ojalá dentro de poco se solucione.
-Cuando le tiraron dólares durante una conferencia de prensa es que muy buen concepto no tienen de usted… ¿Cómo se reacciona ante eso?
-Eso se hace para apagar la popularidad de una persona. Fue una intervención de un actor inglés en medio de una conferencia, algo desfasado. ¿Pero qué vas a hacer? Se continuó la conferencia minutos después como si nada. La vida no debe pararse por intervenciones individuales. El ser humano vive con su carácter, con su corazón y con su alma. Y yo puedo decir muy tranquilo que de todo lo que he hecho no hay ningún tribunal, ni penal ni cualquier otro, que me haya condenado. Lo único que está pendiente en este momento es el tema del pago de Platini. Pero ni él ni yo tenemos miedo de responder a los que piensan que hemos hecho unas actividades en contra de la ley.
-¿Cómo lo vivió su familia?
-Es complicado. Mis familiares han sufrido mucho con todo esto. Especialmente mi nieta, Fellina, en el colegio, en el ballet... sus compañeros le decían que su abuelo era un hombre malo. Y ella, una chica de 15 años, quedó naturalmente muy enojada y tuvo que salir de la escuela, cambiarse de colegio. Su papá y su mamá también tuvieron líos. No entendían por qué atacar a niños totalmente inocentes, una joven de 15 años, por casos de su abuelo. Y encima que todavía no se han declarado contrarios a las reglas no solo del juego sino de la vida.
-¿Su FIFA fue una mafia?
La FIFA, no. Pero continúan unas personas que naturalmente no corresponden al ‘fair play’ del fútbol. Esas son personas individuales. No sé cuántos, pero diez o más miembros de la FIFA de la época, todos de América del Sur y del norte, fueron arrestados en Suiza, no me diga por qué allí, y fueron enviados a Estados Unidos. Y algunos fueron castigados por corrupción. Pero la FIFA misma no va a ser castigada por corrupción o por ser una mafia. La FIFA son dos millones de personas que están en el mundo entero para participar en este juego. Naturalmente, de esas personas que la componen hay algunas individuales que no son tan correctas, pero decir que la FIFA es una corrupción o una mafia es malo. No es justo. Ni mafia, ni corrupción.
-¿Cómo califica al actual presidente Infantino?
-Al señor Infantino le conocí. Me encontré dos veces después de su elección, en 2016. Lo encontré en mi casa, donde pasó para discutir temas de la FIFA. Me dijo que yo le di problemas que no estaban solucionados cuando me suspendieron de la FIFA y me dijo que vamos a arreglarlo después en un segundo congreso en México. Y después, en ese congreso no recibí ninguna información. Finalmente le pregunté a la secretaría general que qué pasa con el presidente y su promesa de solucionar mis problemas y la contestación fue que el actual presidente y la FIFA no iban a discutir directamente con el antiguo presidente, sino solamente a través de los abogados. Fue la única y la última información que recibí de ese señor. Yo debo decir que es un maleducado. Fue una falta de respeto.
-¿Infantino hace mal al fútbol?
-No puede hacer mal al fútbol porque es un juego universal que va a continuar en los siglos que vienen. Pero es posible que su actitud pueda afectar a la FIFA. La FIFA son 213 asociaciones y si alguna no está de acuerdo puede intervenir en los congresos. Desafortunadamente no hemos hecho congresos en los últimos años por el tema del coronavirus. Pero creo que el próximo año se va a organizar uno. Son las asociaciones nacionales las que deben intervenir si no están contentos.
-¿Si le dejaran volver a la FIFA, volvería?
-No. Porque yo nunca he abandonado FIFA. Me considero siempre miembro de la FIFA, no como presidente. En ningún momento desde FIFA me han dicho «adiós, presidente, te vas». Soy miembro de diferentes clubes de fútbol, presidente de honor del Grasshopers, y continúo como miembro de FIFA. No puedo abandonar esta organización a la que serví durante 44 años y en cuya eclosión y grandeza participé.
-Pero está inhabilitado... ¿Qué le queda pendiente para poder afirmar que es libre o que no es corrupto?
-A las personalidades que han realizado una misión extraordinaria, finalmente la sociedad se lo reconoce después de su muerte. Yo quiero para mí que sea antes. Estoy preparando algunas informaciones sobre mi persona… Hice dos libros, pero la gente quiere ver especialmente televisión o cine. Yo quiero avanzar con eso para dar un balance de mi trabajo.
-¿Le gustaría presidir un club?
-No, no. Podría dar algunas asesoría, pero no. Ya estuve en el nivel más elevado del fútbol... Lo que sí acepté es ser presidente de honor de Grashoppers. Solo como honor, no a trabajar. Yo ya trabajé mucho en el fútbol. Fui miembro de varios clubes antes de entrar a la FIFA. Fui directivo del Neuchatel, también trabajé como miembro del comité regional de Suiza durante tantos años… Ya no más, prefiero la paz.
-¿Entiende que se excluya a Rusia del Mundial de Catar? ¿Cómo hubiese actuado usted?
-Es un tema que tienen que analizar el COI y los comités de decisión de la FIFA. Yo no tengo que tratarlo. Hay una gran discreción. En mi época estuve cerca de Putin y no quiero entrar en la política de la unión de Rusia de Putin.
-¿Imagina a Mbappé en el Real Madrid? Florentino Pérez lo quiere como la estrella del Nuevo Bernabéu…
-Florentino Pérez es un empresario, a la cabeza del club más popular del mundo. Tiene la idea de organizar otras competiciones distintas, pero todavía no hemos hablado juntos de ese tema de la Superliga que quiere hacer. Pero mi corazón va a estar siempre con el Real Madrid.
-¿Cree que la Superliga es buena?
-Pienso que la Superliga no vale en la organización de nuestro fútbol. No es nuestro mundo, el europeo. Eso es un tema americano, de las ligas profesionales de Estados Unidos, organizaciones cerradas como la que planean Florentino y el presidente de la Juve. Pero esa no es mi idea del fútbol. No puedo dar mi apoyo.
-¿Pero con los clubes más importantes se generarían más ingresos?
- El fútbol no vive solo con ingresos. Eso es malo pensarlo. El fútbol es más que eso. Cuenta el aspecto cultural, social y educativo. Naturalmente con la intervención de la economía, con sus principios de la oferta y la demanda, el fútbol no puede poner límites. Pero el fútbol no debe olvidar que es un juego para todos, no solo para los ricos. Esa es mi teoría y la que puse en práctica durante 40 años. No puede ser un tema de ricos, eso no es el fútbol. El fútbol es popular, para todos. Si vas a cerrar esto solo para los ricos se pierde la filosofía básica del fútbol.