Suscribete a
ABC Premium

Fútbol internacional

Guardiola y el rechazo a las vacas sagradas

Al técnico catalán no le tiembla el pulso a la hora de prescindir de grandes estrellas acomodadas. Yayá Toure es el último ejemplo

AFP

ALEJANDRO DÍAZ-AGERO

Pep Guardiola no es un técnico normal . Basta con echar un breve vistazo a su palmarés (seis ligas en siete temporadas, aderezadas con dos Champions League, cuatro copas nacionales o tres Supercopas de Europa), al inconfundible estilo que profusan sus equipos, o tan ... solo a cómo vive cada uno de sus partidos desde la zona de banquillos. Guardiola es un enfermo del fútbol, en el mejor sentido de la palabra. Por ello, vive y sueña con que sus jugadores sigan contra viento y marea la misma doctrina que él defiende con vehemencia. El de Sampedor quiere talibanes del entramado táctico en el que desarrolla ese característico juego de posición que articula cada una de sus obras, futbolistas que no duden de a qué deben agarrarse cuando las adversidades llegan en forma de resultado negativo. Solo así se entiende la metamorfosis que tantos deportistas que hacían gala de un marcado perfil antes de entrar en contacto con el hoy entrenador del Manchester City han sufrido en los últimos años.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia