La Fiscalía no recurrirá la sentencia a Messi

La Fiscalía, que inicialmente se querelló contra Messi y contra su padre, acabó pidiendo el archivo del caso para el astro argentino, después de que éste devolviera la suma defraudada, al concluir que no tuvo conocimiento del fraude perpetrado porque su intervención fue «puramente formal» y se limitó a seguir las indicaciones de su progenitor.

Por este motivo, la Fiscalía solo acusó en el juicio al padre del futbolista, Jorge Horacio Messi , para quien pidió 18 meses de prisión, mientras que la Abogacía del Estado solicitó para ambos una pena de 22 meses y quince días de cárcel.

La Fiscalía tampoco recurrió en su día la decisión de la Audiencia de llevar a Messi a juicio, aunque en ese caso se sumó al informe presentado por la defensa del futbolista, que argumentaba que el cinco veces ganador del Balón de Oro no se tenía que sentar en el banquillo de los acusados por su desconocimiento de la gestión de su fortuna.

La sección octava de la Audiencia condenó finalmente el pasado 6 de julio a Messi y a su padre a 21 meses de cárcel, argumentando que el futbolista también era culpable de los tres delitos de fraude fiscal porque no le exculpaba su «ignorancia deliberada» sobre la gestión de sus ingresos.

La Audiencia sostuvo también en el fallo que el desconocimiento del derecho fiscal no exime al futbolista de comprender algunos aspectos «desproporcionados», como que en los años 2007 y 2009 la declaración del IRPF le salió a devolver, pese a sus ingresos multimillonarios. «Quien ha tratado de eludir la norma, por el camino que sea, no puede resultar beneficiado por ella, amén de que con la impunidad en esos casos se dirige a la ciudadanía el mensaje de que es preferible inhibirse que preocuparse», remarcaba la Audiencia en su sentencia.

A diferencia de la Fiscalía, los Messi ya han anunciado que recurrirán ante el Supremo el fallo condenatorio, convencidos de que el Alto Tribunal les acabará dando la razón.

En la sentencia, la Audiencia condenó a los Messi a 21 meses de cárcel -a razón de siete meses de prisión por cada uno de los tres delitos contra la Hacienda Pública-, y le impuso al futbolista una multa de dos millones de euros por defraudar 4,1 millones entre 2007 y 2009, cifra que ya devolvió antes de iniciarse el juicio.

En su sentencia, el tribunal consideró de «extrema gravedad» el fraude cometido por el futbolista y desmontó su tesis de que desconocía por completo las decisiones que se tomaban sobre la gestión de sus derechos de imagen: «el desconocimiento evitable, derivado de la indiferencia, no es un error, y no puede provocar una descarga de responsabilidad».