Las claves de una semana «horribilis»

Hay varias claves que pueden ayudar a entender este varapalo y las consecuencias que puede tener. Una de los primeros factores es la fragilidad del sistema defensivo , generado en buena parte por un cambio de sistema arriesgado con solo tres defensas. La clara prueba de ello es que en estos dos últimos partidos el Barcelona ha encajado cinco goles. Todos los actores han reconocido que se toman más riesgos atrás pero el Barcelona queda desnudo cada vez que se pierde un balón. Ante la Juventus no estuvo Sergio Busquets y el equipo acusó esa falta de contención en el centro del campo. Además, estas variaciones no acaban de entenderse en el seno del equipo y algunos jugadores ya lo han comentado. Ter Stegen está recibiendo además, bastantes goles. 1 2 tantos en los nueve partidos de Champions disputados por el Barcelona son muchos . Y más si tenemos en cuenta que ocho de esos tantos han sido en la fase de la eliminación directa.

El sistema defensivo y sus riesgos conlleva, además, un daño colateral. La suplencia de Jordi Alba , que sólo ha disfrutado de cinco titularidades en los once partidos que se han disputado desde el 4-0 del Parque de los Príncipes. Por si fuera poco se ha quedado fuera en los encuentros verdaderamente importantes, como la vuelta de los octavos de final ante el PSG, y los partidos de Liga ante el Atlético, el Valencia, el Sevilla o la Juventus. El jugador no disimuló su malestar cuando, tras estar calentando en la segunda parte este pasado martes, regresó al banquillo para ver el partido sin disputar ni un minuto. Hace unas semanas, coincidiendo con el parón liguero por los compromisos de las selecciones nacionales ya dejó caer que Lopetegui le entendía mejor que Luis Enrique.

A pesar de haber invertido 160 millones este verano, el Barcelona no tiene recursos en el banquillo cuando Luis Enrique quiere hacer algún cambio. Se pudo comprobar ante la Juventus. Las rotaciones no le están dando muy buenos resultados y futbolistas como André Gomes, Digne, Alcácer o Denis Suárez no han jugado ni la mitad de los minutos. Y cuando lo han hecho no han marcado la diferencia. Para ser justos también hay que reconocer algunas lesiones importantes que ha sufrido el equipo y en este tramo no pueden contar ni con Aleix Vidal ni con Rafinha. Y Arda Turan también sufre molestias. En este punto habría que destacar los contratiempos que ha ido sufriendo Iniesta y que le han impedido rendir a su nivel. Tres lesiones han provocado la dosificación de Luis Enrique y que en muchos encuentros actuara con dolor. Si Andrés no está al cien por cien, el equipo lo nota.

La delantera, el mejor tridente del mundo , también tiene parte de culpa en la situación que se está viviendo, como demuestra que sumen dos partidos seguidos sin hacer un gol. La espectacular racha y progresión de Neymar quedó cortada con el parón liguero y su expulsión ante el Málaga, con los aplausos posteriores al asistente de Gil Manzano, le ha descentrado. El Barcelona no podrá contar con uno de sus mejores futbolistas en los tres próximos partidos de Liga, Bernabéu incluido, salvo que prospere el recurso de apelación. Messi alterna partidos en los que está sublime con otros e n los que no lo está tanto y últimamente anda algo molesto por las variaciones tácticas que descentran al equipo.

Llegados a este punto la pregunta que se plantea es si el Barcelona será capaz de levantar la eliminatoria ante la Juventus y reconducir su situación en Liga. Desde dentro del vestuario no son muy optimistas . No hay tanto tiempo como hubo ante el PSG para asimilar la derrota y preparar la remontada. Además, en la Liga se depende del Real Madrid y ni siquiera ganando en el Bernabéu se alcanzaría a los blancos, que tienen un partido menos. El ambiente no es el mejor y el enfado de los jugadores ya no se disimula . Tres ejemplos lo confirman. El primero es que ningún jugador atendiera a la prensa en la zona mixta del Juventus Stadium. Solo Iniesta y Ter Stegen hablaron para los medios con derechos. El segundo es que ni siquiera saludaron a los aficionados que se habían desplazado a Turín. Sí lo hizo, en cambio, Dani Alves, que quiso tener un detalle con la que fuera su afición. Y el tercero es la tensa reunión que mantuvieron en Barcelona este pasado miércoles con Luis Enrique para analizar la derrota.