Clase alta contra obreros
T. G. M.
HAMBURGO. Clase frente a eficiencia. Fútbol creativo contra una estrategia que pasa del fútbol directo a Zamora, que quiere jugar aunque su tendón de Aquiles le haga cojear. El éxito del Fulham radica en la eficacia táctica de un entrenador, Hodgson, al ... que Ferguson regaló el galardón de técnico del año. Quique se sabe favorito y no se fía. Su defensa es el punto débil del Atlético y la baza de su enemigo.
Porteros: De Gea manda. David es uno de los mejores porteros del mundo. El veterano Schwarzer (37 años) cubre su decadencia con experiencia.
Defensa. El Fulham no falla. La llave del éxito del contragolpe inglés es la disciplina de su retaguardia. Es difícil pillarles un hueco. Pantsil, lateral derecho, no sube al ataque como Ujfalusi, pero defiende mejor. Hangeland es más seguro que Perea como central. Menos rápido, pero mucho menos fallón. El otro «stopper», Hughes, es un puntal de Hodgson. Sobresale su eficacia destructiva y su colocación; Domínguez no ha llegado al nivel del jefe de la zaga británica. Antonio López tampoco supera al lateral izquierdo rival, Konchesky, que se transforma en extremo nato.
Media: Reyes marca distancia. La genialidad de Reyes desequilibra la zona de poder. Es un interior y un director. Su homónimo, Duff, es un buen extremo sin más virtudes. El duelo de pivotes ofrece combate nulo. Assunçao y Raúl García hacen la misma labor sorda que Murphy y Etuhu. Tampoco Simao vence a Davies en peligrosidad como interior zurdo. La magia del portugués son las faltas. Como estilete, Davies es más agresivo.
Ataque: Kun y Forlán. Agüero es el líder de la final. Forlán es el mejor rematador del partido. La primacía del dúo es indiscutible respecto al cazagoles Zamora y el pasador Gera. La incógnita estriba en la inspiración de los suramericanos. Bobby, por el contrario, es un obrero del gol.
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