Bartomeu se prepara para la guerra

La dimisión de Emili Rousaud, Enrique Tombas, Silvio Elías y Josep Pont satisfacen al presidente, puesto que fueron impulsadas por él por discrepancias insalvables, y no le pilló por sorpresa la renuncia de Jordi Calsamiglia , que ya le había manifestado en alguna ocasión su temor a que el mandato acabara con pérdidas. Precisamente, el abogado quiso desmarcarse de Rousaud en su decisión y aseguró que con su adhesión al resto de dimisionarios trataba de evitar un goteo en las salidas de directivos discrepantes con la actual gestión.

Según han explicado a ABC fuentes solventes del club, las discrepancias entre este grupo de directivos y Bartomeu se agravaron durante la negociación con el primer equipo de fútbol para tratar una rebaja de sueldo que paliara el impacto económico provocado por la pandemia del Covid-19. El talante conciliador y discreto del presidente, que buscaba un acuerdo consensuado que evitara tensión entre futbolistas y club, fue torpedeado por la Junta. Bartomeu le recriminó a Rousaud ciertas críticas soterradas ante la tardanza del acuerdo y el anuncio de otros clubes europeos que aceptaban bajarse el sueldo.

El comunicado de los jugadores , liderados por Messi , en el que denunciaban que «no deja de sorprendernos que desde dentro del club hubiera quien tratara de ponernos bajo la lupa e intentara sumarnos presión para hacer algo que nosotros siempre tuvimos claro que haríamos», fue la espita que encendió a Bartomeu, cansado de tener que justificarse continuamente ante los futbolistas. Ahí se gestó su decisión de remodelar la Junta y cohesionarla deshaciéndose de todos los elementos discordantes . Ya lo había advertido pocos días antes Jordi Mestre que había dimitido en julio: «Yo ya veía problemas desde dentro, por eso me fui, ya estaba claro que no todos comíamos del mismo plato. La Junta está dividida y existen diferencias irreconciliables».

Logró Bartomeu salvar el escollo del ERTE pero el desgaste había sido superlativo. Y a ello se sumaban las insinuaciones sobre el escándalo de las redes sociales. El presidente perdió la confianza en varios de sus directivos y se sintió decepcionado por la actitud de alguno de ellos como Rousaud, al que había bendecido como candidato continuista. Sintió Bartomeu que le estaban poniendo palos en las ruedas y decidió sacar la escoba para barrer de piedras y escollos el camino de su último año de mandato.

Según se filtra desde el entorno de Bartomeu, se siente fuerte y con ganas de agotar su mandato . En ningún momento se ha planteado la posibilidad de adelantar las elecciones y mucho menos de dimitir, aunque sabe que en su Junta aún hay miembros discordantes y que se podrían producir tres dimisiones más. De todas formas, la situación de alarma en la que se encuentra el país dejaría en un claro desgobierno al club ante la imposibilidad de convocar unos comicios si Bartomeu se marchara. El dirigente está valorando ahora el perfil de los nuevos directivos que debe incorporar a su Junta, ya que los Estatutos determinan que el órgano rector debe estar compuesto por 14 miembros como mínimo y en estos momentos solo son 13 tras la última dimisión grupal.