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Fútbol

El Barça amenaza a Dembélé con un año sin jugar

La prioridad del club es renovarle y no traspasarle este verano, pero quiere evitar que se vaya gratis en 2022

Dembélé sigue las instrucciones de Koeman durante un entrenamiento EFE

Sergi Font

La dirección deportiva del Barcelona ya ha empezado a planificar la próxima temporada. Más allá de las dudas que existen en el banquillo por la continuidad o destitución de Koeman , o la prolongación del contrato de Messi , los ejecutivos del club tienen claros varios de los movimientos que tienen que realizar, tanto en cuanto a fichajes como a descartes. Una de las prioridades que se ha marcado la entidad azulgrana es la renovación de Ousmane Dembélé , que acaba contrato el 30 de junio de 2022. El Barcelona ya ha contactado con sus agentes para evitar entrar en la próxima temporada con el futuro del francés en el aire y, sobre todo, que se llegue a enero, momento en el que podría negociar con cualquier club, sin haber resuelto su situación. De hecho, desde las oficinas de Arístides Maillol le han hecho llegar una propuesta de renovación a la baja , al igual que se hará con todos los futbolistas ante la necesidad urgente de rebajar la masa salarial que ahoga al club.

El Barcelona no quiere que se dilate la negociación y también le ha explicado que si no acepta la propuesta le buscarán una salida durante este próximo mercado estival. Desde la secretaría técnica defienden la oferta ante el bajo rendimiento que ha tenido el extremo, inversamente proporcional a la fuerte inversión que se hizo para ficharle, convirtiéndole en uno de los futbolistas más caros de la historia de la entidad. No hay que olvidar tampoco que Dembélé es uno de los futbolistas que más ganan de la plantilla. Su sueldo está cercano a los 30 millones de euros al año . En el Barcelona tienen claro que si no quiere seguir, al menos esperan recuperar parte de los 145 millones que ya le han pagado al Dortmund. De momento, Laporta se está encontrando con las reticencias del jugador para aceptar la propuesta que le han remitido y el presidente se teme que vaya a rechazar todas las ofertas que le lleguen para poder quedar libre al año siguiente y negociar un buen contrato con el club que más le pague.

No obstante, Laporta no está dispuesto a que esto suceda y su hoja de ruta contempla la posibilidad de dejarle este último año en la grada sin jugar como medida de presión. Y tratándose de Laporta no es un farol. El presidente ya utilizó está táctica en su primer mandato. Cuando ganó las elecciones en 2003 se propuso realizar una profunda remodelación de la plantilla, en la que, tras la llegada de Rijkaard, no tenían cabida ni Dani García Lara ni Roberto Bonano . El club dejó sin dorsal a los dos futbolistas y no les permitió entrenarse con el resto del equipo. En el mercado invernal acabaron cediendo y marchándose. «Los seis meses que estuve apartado del equipo me dejaron secuelas psicológicas» , denunció posteriormente el delantero, que acabó firmando por el Zaragoza. El portero, que recaló en el Murcia se lo tomó con más filosofía: «O lo asumes o te vuelves loco», aseguró al ver que el club necesitaba su plaza de extracomunitario para el recién fichado Rustu . Aunque Laporta aseguró después que se había arrepentido de tomar estas decisiones, no se descarta que vuelva a repetirlo con Dembélé.

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