Los errores defensivos condenan al Arsenal

A medida que pasaban los minutos, el Arsenal se iba sintiendo más cómodo sobre el terreno de juego, guiado por Santi Cazorla, que ha estado excelso durante el intenso periodo navideño en Inglaterra.

El menudo centrocampista español tuvo el primer gol del choque en sus botas a los veinte minutos de juego, con un disparo desde el corazón del área a pase de Tomas Rosicky, pero Forster volvió a salvar a sus 'saints'.

Uno de los tres antiguos jugadores del Southampton ahora en las filas del Arsenal, Alex Oxlade-Chamberlain, estuvo cerca de poner por delante a los londinenses tras una gran combinación con Cazorla, aunque, su lanzamiento se marchó ligeramente desviado.

Perdonaron los visitantes y lo pagaron pasada la media hora de juego, cuando el senegalés Sadio Mané subió el 1-0 al electrónico con un tanto de bella factura desde el costado del área, pegado a la línea de cal. Mané aprovechó un pase en largo y una serie de errores en cadena de la zaga 'gunner': falló Koscielny al perder la posición, falló Szczesny en la salida, y falló Mertesacker en el achique.

El guardameta polaco, sin embargo, se desquitó de su error en el tanto del centrocampista senegalés y evitó el segundo gol de los 'saints' a los 40 minutos de juego al detener con los pies un disparo desde dentro del área de James Ward-Prowse.

Sin embargo, el Southampton del holandés Ronald Koeman demostró el porqué de su buena clasificación en la Premier League, y a los diez minutos de la segunda mitad dobló su ventaja en el electrónico, de nuevo tras un fallo de la zaga visitante. Mathieu Debuchy y Szczesny erraron en el despeje y el arquero regaló un balón a Dusan Tadic, quien solo tuvo que empujar el balón a la red para alargar la alegría local y poner fin a la buena racha del Arsenal en el periodo navideño.

Pese a los acercamientos visitantes y a la entrada al campo de Theo Walcott, el marcador no se volvió a mover y el Arsenal, con una dolorosa derrota ante el cuarto clasificado, comienza el 2015 con el pie izquierdo, debido, en parte, a unos errores defensivos que año tras año Arsene Wenger no logra subsanar.