El Athletic saca orgullo

Fue un encuentro consistente del Athletic, que actuó con la única motivación de mantenerse en pie en el segundo torneo europeo. Jugó con orgullo y determinación ante un rival con empaque. Rápido y ágil en la primera parte, no consiguió entonces el gol. Llegó cuando peor pintaban las cosas para los vascos, en la segunda mitad y con la nómina de brasileños del Shakhtar volcados sobre la portería de Iraizoz.

El Athletic se gustó en un partido comprometido, no tanto por el adversario (que también) sino por encontrar un motivación después de una Liga de Campeones desesperante para las huestes de Ernesto Valverde. La derrota del Bate ante el Oporto (0-3) le dio al menos la opción de un fallo en Ucrania: en cualquier caso se jugará su contionuidad en Europa en el último partido. Sin una victoria que llevarse a la boca, el Athletic trató de mantenerse con vida en la competición para poder aspirar a la Liga Europa. Trofeo de segundo rango pero que provocó una marea de excitación en el País Vasco hace un par de temporadas, cuando llegó a la final y perdió contra el Atlético.

Jugó con bastante propiedad el Athletic de Bilbao en Lviv, a mil kilómetros de Donetzk, la ciudad devastada por la guerra con Rusia. Desplegó un fútbol interesante en estas circunstancias, profundo por la parte de De Marcos y siempre ágil en las botas de Muniain y Susaeta.

Una buena actitud sobre el campo y un fútbol de combinación le permitió llegar muchas veces al Athletic a la portería de los ucranianos. No llegó el gol, porque Viguera y Mikel Rico apuntaron mal. El Shakhtar empujó en contragolpes ante su público, siempre con los brasileños como pasajeros. Costa, Teixeira y Adriano acosaron con profusa batería de disparos a Iraizoz, pero el marcador no se movió al llegar al descanso.

El Shakhtar rectificó su pasividad y apretó de lo lindo al Athletic en la segunda parte. Lo hizo a través de cualquiera de sus brasileños (tiene 13 en la plantilla). Tanto Costa como Taison o Adriano llegaron hasta Iraizoz, quien se tuvo que multiplicar en remates por arriba y por abajo para mantener su puerta a cero.

Cuando peor jugaba el Athletic, más desactivado estaba y las amonestaciones empezaban a hacer mella en su juego, consiguió el gol. Fue una falta lanzada por Beñat con verdadera maestría, entre el portero y sus defensas que san José empujó a gol.

El arreón final del Shaktar no modificó el estado de las cosas, pese a que Adriano se multiplicó en todo tipo de tareas para llegar al gol que no llegó. El Athletic salvó la victoria por un penalti no pitado por mano de San José en el último minuto.