Estratosférica pole de Sainz, empeñado en ganar otra carrera antes de irse de Ferrari

A la primera de cambio, dos bombazos. El más sonado, el de Sergio Pérez, ese piloto que lleva con orgullo desde siempre la bandera y el nombre de su país, México, por los circuitos de todo el mundo. Este sábado, en casa, ante los suyos, dejó escapar su peor versión, esa que nadie, ni siquiera él, es capaz de explicar. Checo, a bordo de un Red Bull, fue incapaz de clasificarse para la Q2. Marcó el antepenúltimo tiempo y, a expensas de posibles sanciones, tendrá que salir desde la 18ª plaza de la parrilla.

No menos sorprendente fue la pifia de Óscar Piastri. Resulta incomprensible que el buen piloto australiano también quedase eliminado en la Q1 cuando conduce el coche de moda: un McLaren. Baste decir que su compañero, Lando Norris, hizo la mejor vuelta en ese tramo inicial de la clasificación. Increíble.

El barullo mexicano se prolongó durante la Q2. En realidad, todo se desencadenó a falta de diez segundos para el final de la sesión. Tsunoda se empotró contra el muro, los comisarios sacaron la bandera roja y, lógicamente, decidieron que no se reanudaría.

No había tiempo para más, y eso condenó a todos los que estaban intentando clasificarse en una última vuelta al límite. Cayeron Bottas, los dos RB —Tsunoda y su compañero Lawson— y los dos Aston Martin de Alonso y Stroll.

Es probable, porque lo suele hacer, que el asturiano volviese a sacarse de la manda unas décimas imposibles para repetir el milagro de entrar en la Q3, pero del caos provocado por el accidente del japonés nació una foto muy fiel de la actual situación de la parrilla.

Con las ya citadas excepciones de Pérez y Piastri, quedaron en pie los mejores pilotos y los coches más veloces actualmente: Norris, Vertstappen, los Ferraris, los Mercedes y los Haas, además de Albon y Gasly.

El tercer y definitivo capítulo arrancó como se preveía, con una pugna codo a codo entre los dos grandes aspirantes al título mundial: Verstappen y Norris. Hasta que al holandés le quitaron el tiempo por exceder los límites de pista... y hasta que el bólido rojo de Carlos Sainz cruzó la línea de meta.