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Vuelta a España

Enric Mas lanza su nombre en Velefique

El mallorquín rompe a los favoritos en el puerto Tour y solo Roglic aguanta. Triunfo de Caruso. Landa se hunde

El desplome de Landa, la esperanza de Carlos Rodríguez

AFP
José Carlos Carabias

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Un pueblo blanco está colgado de la montaña en el desierto de Almería. Velefique, maravilloso emplazamiento para los amantes del ciclismo, rampas de 180 grados que doblan a la localidad como un pliegue, calor extremo, curvas en herradura formando eses camino de la cima, estampa ... singular y bella, un puerto estilo Tour para patentar y guardar siempre en el disco duro. En ese paraje de aspecto agónico, 14 kilómetros de subida que anuncia la carretera angosta en su visión desde abajo, suceden cosas en la Vuelta a España. El protagonista es Enric Mas, mallorquín, 26 años, medio desconocido para el gran público, punta de la estrella del Movistar que lo fichó por sus expectativas como ciclista joven. Mas ha tardado en lanzar su apellido, pero en Velefique suelta amarras. Solo Roglic aguanta su ataque seco, intenso, agresivo. «Desde 2018 no disfrutaba así del ciclismo» , reconoce Enric Mas, que llega a meta grapado al esloveno. Dúo dominante. El balear hace daño: Egan Bernal, el vencedor del Giro, pierde un minuto, ceden tiempo Adam Yates y Supermán López. Se hunde Mikel Landa , el promotor del ‘landismo’ moribundo y vacío de contenido. Entrega cinco minutos y dice hasta siempre a la Vuelta. Otra más. En Velefique gana un ciclista de mucho nivel, un compañero de Landa, el italiano Damiano Caruso, segundo en el Giro, de la calurosa Sicilia como el desierto de Tabernas.

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