La redención de Víctor Claver

En los Blazers apenas llegó a disputar unos minutos. Se convirtió en uno más de la liga de desarrollo, pero se tomó esa etapa gris como un aprendizaje. Una forma de crecer como jugador y de mirar al futuro.

Cuando se le acabó el tiempo en la NBA, Claver puso sus ojos de nuevo en el baloncesto europeo, pero pocos le querían. Al menos, no los equipos de Euroliga , con sus plantillas cerradas y sin sitio para un jugador con caché y muchas dudas alrededor.

Claver optó entonces por Rusia, un mercado amable en lo económico y en auge dentro de la canasta. El Khimki le hizo un sitio, pero solo durante media temporada en la que apenas tuvo tiempo de demostrar nada en la VTB League.

Cuando el club ruso le cerró las puertas en verano, Claver tuvo que volver a buscar. La ACB era su objetivo principal, pero solo si la Euroliga estaba entre medias. Ni Real Madrid ni Barcelona se arriesgaron con su fichaje. Unicaja no lo creyó necesario y el Caja Laboral, que sí se interesó en él, vio cómo el Valencia vetaba su fichaje(*).

A su puerta llamó el Lokomotiv Kuban, un club modesto con un proyecto a lo grande. Le convenció lo que le dijo el técnico, Bartzokas, y lo que le hablaron del resto del equipo. Más dudas tenía con Krasnodar, la ciudad en la que jugaría todo el año y que durante la concentración con España en el Eurobasket estudió a fondo.

Su buen verano con la selección, quizá el mejor desde que acude al equipo nacional, le sirvió de espaldarazo para afrontar con ilusión el nuevo año. En el Lokomotiv encontró un grupo de calidad y sin complejos. Capaz de competir en cada partido. Un equipo coral en el que no tenía que ser el líder. Ahí encontró acomodo pronto el valenciano, que ha ido creciendo desde la defensa y mejorando sus porcentajes hasta convertise en una pieza clave del equipo que ha dejado al Barcelona fuera de la Final Four.

Ahora queda soñar. Llegados a Berlín, no se ponen límites. El CSKA será el primer rival rumbo al título. Un imposible que dentro del vestuario del Lokomotiv no es tal. Confianza ciega en cada uno de los mimbres. Confianza en un Claver que se ha redimido en Europa y que vuelve a sonar con fuerza para volver el próximo verano a la Liga Endesa. A casa.

*editado tras comprobar que el Caja Laboral sí había intentado su fichaje