El Real Madrid evita sorpresas con un gran Laprovittola

Los blancos solventaron en la primera parte un compromiso que se les complicó tras el descanso, cuando la reacción del equipo isleño les volvió a meter en el partido. Las aguas volvieron a su cauce en los diez últimos minutos, en los que el líder volvió a mostrarse muy superior y selló casi sin despeinarse su novena victoria de la competición.

Con las ideas más claras en ataque y un juego más compacto y efectivo, los hombres de Pablo Laso tomaron el mando desde el inicio frente a un equipo canario falto de consistencia, con demasiados problemas para mover el balón y que no encontraba como atacar el aro madridista.

Solo Demonte Harper, con cinco puntos, pudo anotar en los tres primeros minutos para los suyos hasta que el primer triple de Omar Cook logró dejar en un solo punto la desventaja. Fue un espejismo porque inmediatamente respondió con otros dos aciertos exteriores Nico Laprovittola, el mejor del primer cuarto junto a un Usman Garuba que volvió a brillar en defensa.

El Real Madrid se veía cómodo y seguía a lo suyo, con todos sus hombres aportando. Los puntos de Sergio Llull cerraron un primer acto de claro color local en el que los blancos no acusaron el cansancio por la acumulación de partidos y dejaron mejores sensaciones que su oponente (23-14, min 10).

El juego se reanudó sin sobresaltos, con los locales buscando abrir más la brecha y los isleños luchando por mejorar sus prestaciones en ataque para llegar con vida al descanso, aunque sin un referente ofensivo que lo lograse.

Walter Tavares empezó a imponer su ley en la pintura y golpeó a su exequipo con sendos mates y seis puntos que prolongaron el dominio blanco, aunque una antideportiva del pívot caboverdiano se tradujo en cinco puntos que insuflaron ánimo en el Gran Canaria.

A los hombres de Katsikaris les costaba un mundo anotar y cada acierto de su rival le sumía en un mar de dudas. El equipo no carburaba como en sus últimas actuaciones y, para colmo de males, los triples de Jaycee Carroll y Trey Thompkins ampliaron la herida al descanso y pusieron muy cuesta arriba el objetivo de tumbar al líder (48-30, min 20).

Con diferencias que rondaban la veintena de puntos, el tercer cuarto se convirtió de inicio en un correcalles en el que el intercambio de canastas no hacía prever sobresaltos para los anfitriones.

Aunque los canarios, jugada a jugada, empezaron a meterse en el partido gracias a los puntos de John Shurna y Javier Beirán y a su sensible mejora en el juego colectivo. Una canasta de Ioannis Bourousis sobre la bocina culminó un parcial de 18-28 en el tercer capítulo y dejó el encuentro abierto de cara al cuarto decisivo (66-58, min 30).

En esos diez minutos tras el descanso, el Herbalife había logrado anotar solo dos puntos menos que en toda la primera mitad, a lo que sumó su mejoría en defensa. Para confirmar esa recuperación, debía mantener su concentración atrás y su acierto, aunque en el momento decisivo ocurrió todo lo contrario.

Un parcial de salida de 9-0 volvió a impulsar a los madridistas. Katsikaris paró el juego transcurridos poco más de dos minutos para volver a ordenar las ideas de los suyos, que ya fueron incapaces de plantar cara a un líder lanzado en ataque.

Con solo un tiro libre anotado en los cuatro primeros minutos del último cuarto, en el que la primera canasta en juego del Herbalife llegó casi en su ecuador, el partido quedó visto para sentencia. El Real Madrid se llevó un triunfo que, de paso, ponía fin a la buena racha de un oponente que pagó en exceso su irregularidad.