Eurobasket
España, a semifinales por la vía rápida
Pau Gasol y Juan Carlos Navarro guían al equipo nacional en la victoria ante Eslovenia
ANDRÉS ARAGÓN
España vuelve a las semifinales y persiste en el aire la sensación de deber cumplido. Tal es la magnitud del equipo que aún los metales se ven como una obligación. Y no cualquiera. Ante Eslovenia hubo de superar un desastroso comienzo de partido, ... pero una vez enfundada en el mono de trabajo pasó por encima de su rival. Once buenas noticias y una preocupación: el tobillo de Calderón. [Narración y estadísticas]
Que la selección no celebraba el día de la inspiración no tardó en quedar claro. Que ese aturdimiento coincidiera con el gran oficio de Eslovenia en defensa fue una mala casualidad que acabó en un primer cuarto prescincible. Mientras los de Scariolo tenían problemas para empezar su ataque, al tiempo que Juan Carlos Navarro encontraba dificultades para recibir y maniobrar con la pelota, los eslovenos sorprendían con una eficiencia mecánica. [Las mejores imágenes del partido]
Sorprende de Eslovenia pero no de un equipo de Boza Maljkovic, esposo de la disciplina. Y entre esas filas rivales sorprendió ‘un tal’ Mirza Begic , que sonará de oídas a los seguidores del Real Madrid. De lejos porque, a pesar de haber llegado a mitad de temporada, apenas ha gozado de oportunidades para ponerse de corto. Quienes lo vieran por primera vez en ese papel, descubrirían a un pívot efectivo en la zona y capaz de hacer valer en defensa sus 2.16 (tarea a veces incluso más difícil que medirlos).
A sus hombros, y en los más delicados de Erazem Lorbek , se subió Eslovenia para poner tierra de por medio en el marcador. El barcelonista, a cambio, sufrió en defensa con Pau. El mayor de los Gasol es una pesadilla, él mismo lo reconoce, pero su habilidad para destruir se multiplica cuando tiene delante a otro jugador de clase. A fino estilista no le gana nadie.
La inspiración, decíamos, faltaba, y como ingrediente es fundamental para el ataque. Y España recurrió a la receta tradicional para recuperarla: el trabajo. Entrados ya en el segundo cuarto empezaron a sucederse las buenas acciones en defesa y, plenos de confianza, iniciaron una remontada que culminó Felipe Reyes (30-28). Qué mejor homenaje para concluir un trabajo impecable que la guinda de un espartano. Desde entonces, España no volvería a estar por detrás en el marcador.
Experiencia
Uno de los mayores patrimonios de los que puede presumir la selección es una experiencia descomunal. Sabe cuándo hay que ponerse a competir, y el primer cruce era día de guardar. Entre el final de la primera parte y el comienzo de la segunda, España acumuló un parcial de 20-2 con el que confirmó su presencia en la lucha por las medallas . Cuando el objetivo está marcado, sólo cabe avanzar.
Ayudó el poco empaque del cuadro esloveno, inferior en talento a versiones anteriores. La selección española se impuso con un Navarro estelar (26 puntos); un Pau Gasol que, conviene recordar, también dominó en defensa y tableros (19 puntos y 16 rebotes) ; y un banquillo al que Scariolo procuró dar confianza en los últimos minutos. Sólo un pero: la lesión de Calderón en un encontronazo con Goran Dragic. España estará en semifinales y como mínimo jugará el Preolímpico de Londres. Un botín magnífico, pero aún sabe a poco.
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