El Baskonia consuma un nuevo tropiezo

A pesar del empeño del alero lituano Rokas Giedraitis (14 puntos y 19 de valoración) y del italiano Simone Fontecchio (16), el equipo vitoriano pagó caro su desidia en el rebote y, sobre todo, su falta de puntería desde la línea de tres; de hecho, solo 4 de sus 26 intentos desde el triple consiguieron entrar.

Tras quedar reducidos a 50 puntos en su estreno continental ante Olympiacos (75-50) -la peor anotación en la última década para el club vitoriano-, los de Dusko Ivanovic volvieron a poner a prueba su muñeca en su primer duelo en casa ante uno de los grandes aspirantes a estar en la Final Four. El equilibrio de los primeros compases, que les permitió mantenerse con vida al final del primer cuarto (17-19), se esfumó una vez iniciado el segundo parcial.

Atascado en ataque y errático en el tiro exterior -con solo de 2 de 16 en tiros de tres-, el cuadro vasco se desconectó y el conjunto de Ettore Messina, liderado por el base español Sergio Rodríguez, lo aprovechó para llevar el choque del empate a 26 al 26-33, un parcial de 0-7 que provocó el primer tiempo muerto de los locales a algo menos de tres minutos para el descanso.

Ni siquiera el parón surtió efecto en los baskonistas, que vieron cómo Armani Milán conseguía establecer la máxima diferencia del partido (26-36). Solo dos tiros libres de Wade Baldwin lograron romper la sangría mientras Giedraitis parecía el único capaz de tirar del grupo.

El golpe pasó factura también tras el paso por vestuarios, cuando un triple de Devon Hall y otra canasta del exbaskonista Shavon Shields pusieron la diferencia en +14 para los transalpinos (33-47). Fue la puntilla para un Baskonia que no pudo reaccionar y que marchó a remolque.

De la mano de Shields (12 puntos y 10 rebotes) y del ala-pívot Nicolò Melli (10 puntos y 16 de valoración), MVP del encuentro, los de Ettore Messina sumaron su segunda victoria consecutiva, después de imponerse al CSKA Moscú (84-74) en el Mediolanum Forum.