Ocho años de sequía en el Palau

Para ello, Pablo Laso no sabrá hasta última hora si podrá contar con Sergio Rodríguez. El base, que lleva varios partidos fuera del equipo por culpa de una pubalgia, viajó ayer a Barcelona con el resto de sus compañeros, pero será en el calentamiento previo al partido cuando decida si puede o no jugar en el Palau. «Está entrenándose poco a poco. Está mejor dentro de lo que sabemos que puede ser su recuperación. Va a viajar con el equipo y veremos cómo está para jugar pero no garantizo nada», señaló el técnico en la previa del partido.

El canario es la única duda de Laso para asaltar el fortín azulgrana, donde los blancos ganaron por última vez en 2006, gracias a un triple postrero de Igor Rakocevic. De hecho, sólo Reyes y Navarro siguen en activo en cada uno de los dos equipos de aquel duelo.

«Es un partido siempre atractivo para la gente. Es un Clásico en un momento de la temporada en el que hay muchos frentes abiertos. Tenemos una serie de cuatro partidos seguidos fuera de casa que empieza con el partido de Barcelona», recordó Laso, en referencia a los choques que le llevarán el día 30 a Málaga, el 2 de enero a Belgrado en el estreno del Top 16 y el domingo 4 a Andorra.

El panorama es mucho más complicado para Xavi Pascual. Las lesiones de Abrines, Navarro, Oleson y Eriksson han dejado muy tocado el perímetro del Barcelona, que esta semana se reforzó con el francés Edwin Jackson, listo para debutar ante los blancos. «Estamos jugando bien a pesar de las bajas y, si ganamos, seguiremos luchando por la primera posición», asumía ayer Marcelinho Huertas, uno de los puntales del equipo.

A un triunfo del Real Madrid, la victoria le daría opciones al Barcelona de seguir peleando por la primera plaza. El juego interior, con Doellman y Tomic en plena forma, es quizá el aspecto en el que los azulgranas son ligeramente superiores a un conjunto blanco que debe mejorar bajo los aros. «Para nosotros es muy importante controlar el rebote y no dar segundas opciones», señaló Laso.