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Triunfo histórico del Real Madrid ante el Barcelona camino de la final
Un excepcional Sergio Rodríguez lideró el triunfo blanco ante los azulgranas, que por momentos rozaron el ridículo
Triunfo histórico del Real Madrid ante el Barcelona camino de la final
Si aún le quedaba algún complejo por el dominio azulgrana de la última década, el Real Madrid se encargó ayer de borrarlos de un plumazo. La exhibición blanca camino de la final –y del sueño de la «Novena» – fue total, liderada por un ... genial Sergio Rodríguez que justificó su reciente elección como mejor jugador de Europa . El Barça, incapaz de hacerle frente, fue un convidado de piedra a la fiesta del Madrid, que el domingo tiene ante el Maccabi una cita con la historia. El Rey de Europa quiere volver a reinar.
El arranque de partido le vino grande al Real Madrid . Quizá la responsabilidad de verse por primera vez como favorito al título –más aún tras conocer la derrota del CSKA minutos antes– le pasó factura en los primeros minutos, en los que Marcelinho y Tomic pusieron patas arriba los esquemas de Pablo Laso. El Madrid no fluía en ataque y en la zona el croata era el amo y señor. Dominador único.
Fue entonces cuando Pablo Laso miró al banquillo y se encontró con la barba de Sergio Rodríguez. El recién nombrado mejor jugador de Europa esperaba como siempre su oportunidad en el banco. Tranquilo. Como si la pesadilla que estaba atravesando su equipo no fuera con él. El canario entró en la pista segundos después, con el equipo cinco abajo (13-8) y con la misión única de revolucionar el partido. Algo que se ha convertido en una costumbre para él y con la disfruta como ninguno.
Bajo su dirección, el Real Madrid fue otro de repente. Un equipo más veloz y solidario. Más imaginativo. Un conjunto solidario y divertido. El Madrid de toda la temporada. Mirotic se convirtió en el mejor aliado del canario, que encontró en sus manos la mejor forma de culminar las acciones de ataque. Criticado por muchos, ayer Mirotic volvió a demostrar que es uno de los pilares importantes de este Real Madrid de los récords con un primer cuarto para enmarcar, en el que anotó 9 puntos con un solo fallo en el lanzamiento.
Pero los focos seguían tras la barba del «Chacho», quebradero de cabeza de un Xavi Pascual incapaz de encontrar una forma de frenar el genio del base madridista. La apuesta de Sada le salió rana esta vez y la distancia a favor de los blancos siguió creciendo y creciendo. La máxima llegó a ser de trece (32-45) poco antes del descanso, maquillada por un gran Oleson y por un Tomic que parecía el único recurso fiable del Barça en ataque a esas alturas de la película .
Dos triples consecutivos del Madrid nada más volver de los vestuarios no ayudaron a la remontada del Barcelona, de nuevo encomendado a la inspiración de Huertas y al trabajo defensivo de Oleson sobre Rudy Fernández. Si el balear no brilló más en la semifinal fue por culpa del gran partido del americano, uno de los pocos que se salvó entre los azulgranas.
Por entonces, el Barça se mantenía aún a flote. El intercambio de canastas y la reactivación de Tomic la hacían albergar esperanzas, siempre lejos, pero con el Madrid aún a tiro. Fue la entrada en escena del «Chacho» lo que dio inicio a la fiesta final. Esa que puso al Barcelona al borde de la humillación y en la que el base madridista fue el principal protagonista.
Con él en pista, el Madrid barrió a los catalanes. Once puntos suyos lideraron un parcial legendario (+26). Para la historia. Un último tramo de partido que hizo frotarse los ojos a más de uno y en el que el Barça no veía el final (54-90, min. 35). Fue entonces cuando Laso decidió que era suficiente. El Mediolanum Forum estalló entonces en un grito unánime. «¡MVP, MVP!». Un coro dedicado a un genio. A Sergio Rodríguez. El hombre que acabó de un plumazo con el dominio azulgrana y que deja a un paso la «Novena».
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