Jugarse la Liga en la última jornada: «Notas que las piernas flaquean»

Javier Irureta sabe lo que es levantar el título de Liga en la última jornada. Lo hizo en dos ocasiones con la camiseta del Atlético, en 1970 y 1973 . En conversación telefónica con ABC, recuerda cómo se vivió la semana previa a los partidos decisivos. «Nos concentrábamos en El Escorial desde el viernes, por lo que pasábamos todo el fin de semana juntos. Normalmente no solíamos romper mucho las dinámicas, aunque entre nosotros, en pequeños grupos, comentábamos lo mucho que había en juego. La primera la ganamos con Marcel Domingo y la segunda con Max Merkel, dos entrenadores muy distintos que, sin embargo, facilitaban mucho el diálogo con ellos. Ninguno quiso cambiar la rutina que se había seguido en partidos anteriores».

Las últimas horas antes de salir hacia el estadio se pasaban en una habitación sin televisor y en compañía de dos o tres compañeros más. «La motivación era mucho mayor; hablabas con unos y con otros y comentabas que el trabajo de todo el año estaba en un partido. Eran ese tipo de consignas las que se repetían». En los instantes previos a saltar al campo a disputar los últimos noventa minutos, la tensión iba en aumento. «En el vestuario, cuando te ponías la camiseta y las botas, buf, te saltaba la sangre y te transformabas. Es como el esprint final de un ciclista, sabe que tiene que darlo todo. La presión es enorme y notas que las piernas flaquean». Entre los compañeros de Irureta estaba Luis Aragonés , otro emblema rojiblanco. «Luis era de los que gritaba, se ponía con el puño cerrado a decir ‘venga, venga, venga’. Era uno de los líderes del equipo igual que Adelardo o Gárate. Llevaban mucho tiempo y eran los principales directores de estos acontecimientos, los que tomaban la voz antes de un partido clave».

Uno que también sabe lo que es ganar una liga en el último partido es Roberto López Ufarte. Lo hizo en dos ocasiones con la Real Sociedad antes de jugar una temporada en el Atlético en la 1987-88. Aunque se confiesa seguidor ‘txuri-urdin’, asegura tener simpatía por el equipo rojiblanco y desea que salga campeón. «Cuando vi que se le escapaba el partido contra Osasuna me vino a la cabeza lo del ‘pupas’, pero el Atlético sacó fuerzas de flaqueza y consiguió darle la vuelta al marcador. Lleva casi toda la liga siendo primero y se merece el título de una temporada tan loca por la cantidad de partidos que ha habido y por el Covid».

Ufarte, al igual que Irureta, tuvo que llegar hasta la última jornada en dos Ligas distintas para salir campeón, la de 1981 y la de 1982. «Conviene no variar mucho las rutinas en la semana previa. Es importante tener buenos hábitos, refugiarte en la familia y preparar el partido lo mejor posible. Recuerdo que jugamos muy bien contra el Sporting y empezamos ganando gracias a un penalti que me hizo Maceda. Nos pusimos por delante y en el último minuto de la primera parte nos marcaron un gol, y nada más volver del descanso, otro. ‘¿Qué está pasando?’, nos decíamos. Las piernas fallan cuando hay tanto en juego, lo sabe el Atlético. Cuando tienes la obligación de ganar hay algo en tu cuerpo que te frena», explica, y añade: «La motivación que te da la gente de fuera, al mismo tiempo, te está presionando, a veces en exceso».

Años más tarde, cuando el Atlético logró el doblete , también ganó la Liga en la última fecha. En la jornada anterior, un empate en Tenerife puso la clasificación al rojo vivo. En aquel vestuario estaba Roberto Solozábal, ausente en el último partido por sanción. «Jugarse la Liga en la última jornada es nervios y emoción. Es algo más bonito porque hay mucha tensión acumulada y es como una final. El deporte así es más interesante. En mi caso, me tocó vivir el duelo desde fuera, con los mismos nervios solo que sin poder taparlos cuando estás sobre el césped», recuerda. «El clima antes de jugar contra el Albacete era tranquilo. Son momentos en los que no hace falta decir mucho porque todo el mundo sabe lo que se juega».

En cuanto a Simeone , compañero suyo en aquel Atlético campeón, dice: «El tema de las conjuras está bien, pero creo que es más de cara a la galería. Los jugadores saben lo que se traen entre manos y solo hay que salir a competir al 100%. Para estos partidos no hace falta una motivación extra, la Liga está en juego y eso es suficiente. A nivel grupal este Atlético tiene confianza. El Cholo ha estado en ocasiones parecidas en el pasado, tanto como jugador como entrenador, así que no sé qué hará exactamente, pero seguro que tiene muy pensado lo que comunicar a sus jugadores», concluye.