Miranda y Ceballos en Tokio, oportunidad y reivindicación para dos sevillanos y béticos

Dani Ceballos, con 24 años, es uno de los «veteranos» de la selección. Se permiten en cada equipo tres jugadores que superen los 23 en el DNI y el actual centrocampista del Real Madrid es una de las excepciones en España junto a otro madridista, Marco Asensio , y el realista Mikel Merino . Miranda, de 2000, tiene 21 y quizá no imaginaba hace un año, tras su infructuosa cesión al Schalke 04, cómo le iba a cambiar la vida en este 2021. Y para bien. Un giro copernicano. Tras varios años en el Barcelona, el lateral de Olivares cumplía su sueño el pasado mes de octubre al regresar a su casa , el Real Betis, y enfundarse la camiseta de las trece barras. Una cesión que le daba una nueva oportunidad para demostrar todas las cualidades que apuntaba en categorías inferiores, principalmente su capacidad para desplegarse por la banda y su gran golpeo de balón . Un golpeo a pelota parada, por cierto, que ha ido perfeccionando con su zurda tanto en los entrenamientos como en los bancos de prueba de los partidos. Sin ir más lejos, en el choque de preparación de la Eurocopa que la selección sub 21 tuvo que disputar tras el positivo de Busquets, se lució en la especialidad anotando el tercer de los cuatro tantos ante Lituania.

Está siendo un verano intenso, muy intenso, para Miranda, que enlazó el Europeo sub 21 con su presencia en la burbuja paralela de la selección, su debut con la absoluta y, ahora, la convocatoria con la olímpica para defender a España en Japón, donde se disputará el puesto con Cucurella.

Estos meses de puro fútbol y continuo aprendizaje para Miranda no habrían sido posibles sin la buena temporada que cuajó en las filas verdiblancas. Finalizó el curso asentado en el lateral izquierdo con 25 partidos en total entre Liga y Copa, dos goles y otro par de asistencias . Se le intuye un margen de crecimiento importante y los Juegos de Tokio deben servirle exactamente para eso, como una oportunidad para dar otro pasito más en su evolución de la que, a medio y largo plazo, se beneficie el Betis, tras rubricar un contrato por tres temporadas.

Al Benito Villamarín regresará algún día Ceballos, pero puede que aún haya que esperar. No parece este verano, por las circunstancias económicas, el más propicio precisamente para que esos caminos se crucen de nuevo, pero lo cierto es que el utrerano no ha dejado de hacerle guiños a su antiguo equipo , demostrando públicamente el cariño que le profesa. Para Ceballos, uno de esos jugadores con un talento singular, debe ser el torneo de su reivindicación. Su etapa en el Arsenal ha finalizado y ahora mismo, con el mercado tan parado y la presencia de Carlo Ancelotti en el banquillo madridista , se le abre de nuevo la oportunidad en Chamartín ya que antes no contaba con la confianza de Zidane.

Le restan dos años de contrato en el Real Madrid, pero la necesidad de generar ingresos de los blancos por sus activos también podría colocarlo en el escaparate si, como ha sucedido en anteriores citas internacionales con la selección (fue MVP del Europeo sub 21 en 2017), se inspira y descorcha su mejor fútbol en la sala de máquinas del equipo nacional, donde muchos desearían verlo junto a Pedri , haciendo tándem de creadores en el centro de campo. Está por verse si De la Fuente, quien lo conoce muy bien, opta por esta fórmula más creativa o prefiere meterle más físico a la medular y otorgarle el bastón de mando al jovencísimo centrocampista del Barcelona. Sea como fuere, a Ceballos le sobra el talento para destacar en una cita así y convertirse en una de las referencias de la selección olímpica, que arranca hoy su camino en Tokio con el enfrentamiento en el Sapporo Dome ante Egipto (9.30) .