Betis
Guardado, lo esencial es invisible a los ojos
'El Principito' es una de las consolidadas apuestas en el Betis de Pellegrini, ávido de líderes como el mexicano para garantizar la estabilidad deportiva y emocional del grupo
El Betis anuncia la continuidad de Guardado hasta 2024
Guardado aplaude a un compañero en un partido en el que porta el brazalete
La pactada continuidad de Guardado por una temporada más con el Betis tiene tantas razones deportivas como extradeportivas. Y todas son igual de importantes. El medio mexicano se ha convertido en un pilar elemental en la gestión de grupo que Pellegrini lleva implantando ... desde su llegada al conjunto verdiblanco, y además ofrece un rendimiento difícil de igualar a sus 36 años, dedicando la experiencia de sus cinco mundiales al servicio de la causa verdiblanca. No es ningún secreto que el preparador chileno siempre se haya mostrado proclive a tener autorizadas voces dentro del vestuario, hombres convencidos por su mano izquierda , que le ayuden no sólo a que el discurso del que manda cale en la mentalidad de un equipo lleno de egos, como cualquiera en la élite, sino que ese mismo proceso de aprendizaje siga buscando su cénit por más que pase el tiempo, sin encontrarlo, porque en eso mismo consiste la competitividad. Y una de las voces más reclamadas en esa lucha de Pellegrini es la de Guardado, que ha participado en 34 encuentros en la recién finalizada campaña y ahora se convierte en capitán más experimentado del plantel. El primer capitán.
Con la salida de Joaquín, que seguirá de cerca a sus excompañeros, se pierde una forma muy distinta de llegar a los jugadores, una que sólo ha inventado la leyenda a través de sus retinas, con ese arte con el que dice cosas muy serias riendo; pero la continuidad del mediocentro mexicano es a todas luces clave para prolongar el desarrollo de la idea de fútbol del propio Pellegrini, quien contará con 'El Principito' para la campaña 2023-24 con la misma rotundidad con la que el zorro elevaba aquella máxima de la obra del francés Antoine de Saint-Exupéry, clásico del que se ha valido el Betis para anunciar su reciente ampliación con un simpático vídeo: que lo esencial es invisible a los ojos. Y la frase le viene al pelo, dado que es Guardado precisamente un futbolista que juega directamente con el corazón.
«Soy fiel creyente de que si tienes una vida estable y ordenada tu rendimiento aumenta en el campo», aseguró el año pasado en Betis TV, con motivo de su penúltima firma, el propio Guardado, cuyo saber estar dentro del terreno de juego viene permitiéndole ser algo más que un peso pesado dentro de un equipo que lleva conociendo e impulsando desde el año 2017. Nada menos que seis años y el séptimo que está por venir alumbran con luz verde la trayectoria de un futbolista que ya había dejado un poso de profesional centrado a nivel físico e imperturbable a nivel mental tanto en el Deportivo de la Coruña como en el Valencia, antes de sus aventuras en el Bayer Leverkusen y el PSV Eindhoven, con más proyección en esta última.
De los Países Bajos llegó entonces un Guardado que difiere sobremanera del que se presenta hoy. Siendo no sólo uno de los pocos futbolistas, sino también un maestro de futuros centrocampistas a tiempo completo, aleccionando a jóvenes de la misma demarcación, como él mismo ha manifestado en ocasiones, con su pupilo Paul Akouokou, o brindándole ese respiro necesario del que en ocasiones han adolecido otros medios de la zona que se prodigan más en ataque como son Guido Rodríguez, Carvalho o Canales, y ejerciendo de tutor en la sombra de su propio entrenador, siguiendo muy encima cada indicación del mismo para evitar cualquier tipo de confusión en la transmisión de cualquier mensaje en la elaboración de transiciones. También en los expuestos por Rubén Cousillas.
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