La exhibición de Bravo, con penalti parado incluido, para mantener con vida al Betis

Bravo se convirtió en protagonista con varias intervenciones de mérito en la segunda mitad. La más importante, un penalti detenido a Santos Borré a los 51 minutos. Ruibal se tiró para taponar un centro, pero cuando se apoyó en el suelo el balón le dio en la mano. Pese a la regla que indica que dicha acción no es penalti, el árbitro señaló la pena máxima.

El propio delantero colombiano se encargó del lanzamiento y Bravo adivinó la trayectoria y detuvo el penalti con una sobriedad tremenda. El cancerbero lograba así aguantar ese resultado de 1-2.

Posteriormente, el meta del Betis realizó varias paradas más a bocajarro, como una al propio Borré, que recogió un taconazo de Kamada para fusilar a Bravo, quien reaccionó tapando de forma excelente su portería y evitando el gol del Eintracht. También en el descuento Bravo firmó otro paradón, en este caso a tiro de Kostic.