Betis - Celta: La tarde de los regalos en la que tampoco salió nada (0-2)

La primera parte comenzó y terminó igual. Con el Celta en el área del Betis. Lo que pasa que en la primera acción Rui Silva sí logró salvar el que pudo ser el 0 a 1 pero en la segunda, con el meta luso, ya batido, Iago Aspas sí acertó. Fue un primer tiempo de imprecisiones en el Betis. Los de Pellegrini perdieron muchos balones. El que menos acertado estuvo fue precisamente la novedad en el once, Diego Lainez. El mexicano tuvo su oportunidad ante la recuperación de última hora de Fekir. De hecho, fue el primer sustituido del partido en el descanso y no salió en el segundo tiempo. No estuvo especialmente tan lúcido como en otras ocasiones el equipo verdiblanco en los metros finales. Demasiados toques en las cercanías del área y también, en algunas llegadas, balones que se dejaron pasar a otro compañero cuando quizás el que lo recibía podía tener disparo. Pero lo que es cierto es que a Dituro se le vio muy poco.

Después de la acción ya narrada, en la que Rui Silva metió una muy buena mano a ras de césped tras un disparo de Santi Mina en el minuto 8 del partido, el Betis comenzó a protagonizar la posesión de la pelota y empezó a contabilizar llegadas. Incluso hubo minutos de embotellamiento en su área al equipo visitante. Pero las llegadas no se concretaban en tiros claros. En el minuto 10, un acercamiento por la izquierda tras una combinación entre Canales y Juanmi a la que llegaron también en segunda línea William Carvalho y Willian José se quedó sin disparo. Luego, un cabezazo de William Carvalho a la salida de un córner lo atrapó el meta visitante. Y antes de la media hora Canales se revolvió en la frontal del área y sacó el disparo, pero se le marcho raso fuera.

Pero en una jugada aislada, en la que Rui Silva no despejó bien la pelota, Cervi controló en la zona de tres cuartos, dejó el balón para la entrada de Santi Mina, que le devolvió el esférico y, con el Betis descolocado, Guardado apareció para cargar al futbolista del equipo vigués y lo derribó dentro del área. El árbitro, Soto Grado, no lo dudó y pitó penalti. No hubo corrección del VAR y Iago Aspas tomó el balón para el lanzamiento. Le dio el permiso el árbitro y su tiro salió centrado. Rui Silva se venció hacia su izquierda y por poco no llegó a tocar el balón con sus pies. Gol. El 0-1 lucía en el marcador del Villamarín.

El Betis volvió a tomar la pelota, pero no concretaba nada claro en el área rival. Hasta que Lainez perdió otro balón, el Celta lanzó a Iago Aspas y Víctor Ruiz le ganó la posición. Pero el central catalán no supo embarcar la pelota para despejarla y el de Moaña le ganó el balón. El capitán celeste, hoy de rojo y blanco, se metió en el área, dribló a Rui Silva y, prácticamente a puerta vacía, marcó el 0-2. El gol cayó como un jarro de agua helada en la grada de Heliópolis. El colegiado pitó el final de la primera mitad.

En el descanso Pellegrini hizo su primer cambio. Quitó a Lainez y Rodri entró al partido. En el desarrollo del choque, la historia comenzó igual y el Celta estuvo a punto de marcar su tercer gol. El Betis seguía cometiendo muchas imprecisiones. Fallos en los controles y mucha falta de claridad. Con el avance de la segunda mitad, Santi Mina tuvo otra clara ocasión en un despiste atrás. Rui Silva volvió a salvar otro gol. Borja Iglesias, que entró por Willian José, lo intentó desde lejos con un zapatazo que se fue fuera. Daba la sensación de que, con poquito, el Celta tenía mucho más peligro que el equipo helipolitano. Pérdidas de tiempo del meta visitante y un arbitraje que no dejó contento a ningún bético, aunque realmente Soto Grado, a diferencia del partido contra el Espanyol, poco tuvo que ver en el resultado. Ya es casualidad que quizás los dos peores partidos del Betis como local hayan tenido como protagonista al árbitro del Comité Riojano.

Final de la primera vuelta con 33 puntos, sigue tercero en la clasificación, pero el Atlético de Madrid ya se acerca a un punto. Segunda derrota consecutiva, aunque si hablamos de sensaciones el partido perdido en Bilbao las dejó mejores.