La libreta de Doblas, el secreto de Pau
El preparador de porteros del Betis le indicó al meta el lado al que Puado iba a lanzar su penalti y eso provocó el acierto del catalán en la jugada decisiva
Espanyol - Betis: Pau López lanza al Betis y evita una injusticia (1-2)
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Iniciar sesiónCorrían Álvaro Valles y Toni Doblas como Usain Bolt buscando el abrazo con Pau López. Ya había pitado Galech Apezteguía, protagonista forzado por su pésima actuación. Ya se había estirado Pau López a su izquierda en el minuto 101 para dejar el marcador ... como estaba, con el 1-2 que se había merecido el Betis. El meta lo había celebrado llevándose las manos a las orejas y mirando a la que un día fue su grada pero que desde que se marchó como agente libre para llegar a Heliópolis no le recibe nunca bien y le acusa de dejarse llevar por el dinero. Una historia más de estas del fútbol. La ley del ex siempre tiene un hueco en estos minutos en los que la épica ejerce de invitada en la narración. Desplegó el 1,89 que tiene para tapiar su portería y que se cantara como un gol su acción. Decisivo un portero esta vez sí en el caminar del Betis. Lo que se buscaba con su retorno: un meta que ganara puntos.
Un paradón que se recordará con el tiempo y un triunfo de esos que tienen más significado, de los que indican cómo está un equipo al que le salen bien las cosas con todo lo que ello puede significar para atar los objetivos que se presenten. A un punto del tercero, próximo rival. Pau López se agigantó para hacer del Betis un equipo de nuevo ganador. Primera alegría completa fuera de casa y nueve de nueve trufado con el avance continental. Todo marcha para los de Pellegrini mientras Isco, Bartra, Amrabat, Llorente y Deossa no estaban. Ahí es nada.
Pero volvamos a Pau. Sabía perfectamente que Puado iba a querer su zona de seguridad. Mientras todos protestaban a Galech cuando tras ver en el VAR la realización interesada en la que no se proyectaba el empujón que recibía Valentín antes de cometer falta, el meta catalán era informado de la estadística sobre por dónde iba a lanzar el delantero del Espanyol. Con 30 años está curtido Pau en estas lides. Y si había un campo en el que podía hacer esto era Cornellá. Ruido para él pero nervios de acero para un meta caliente. Le echó agua a Puado para desequilibrarle antes de lanzar. Y consiguió su meta. Paradón y tres puntos porque con esa jugada se acababa el partido. Como esas faltas en el balonmano con el tiempo cumplido.
«Todo empieza cuando el árbitro le dice a Héctor (Bellerín) que la va a revisar. Tiene mala pinta. Entonces voy a hablar con Doblas a la banda. Había visto vídeos de penalti de Puado. Me dijo que el último lo había tirado al centro y el penúltimo, cruzado, lo falló. Me recomendó tirarme a mi izquierda por el minuto que era y la confianza del tirador. Cuando alguien de su experiencia te dice algo así... Fui para allá, creí, recé y procuré alargarlo para que el delantero tuviera que pensar y pensar. Al final se dio y pudimos celebrarlo. Pensé que me había adelantado, pero no. Feliz«, relataba el meta agradeciendo la indicación de su entrenador específico.
Desde diciembre de 2020 sólo un portero del Betis había conseguido parar un penalti. Fue Rui Silva en el Metropolitano en la 2023-24 cuando desvió el lanzamiento de Morata pero entonces no sirvió de nada. El anterior había sido Joel Robles ante Sergi Enrich, un dato que parece de otro tiempo. Y eso que han pasado partidos y el Betis ha visto cómo le han pitado penas máximas en contra. Las hubo justas y otras menos justas pero pocas tan fuera de sentido como la que pitó Galech y dejó a todos enojados.
Hasta Pellegrini se fue al vestuario para no ver el penalti porque sabía que le iban a expulsar. «Hemos ganado a pesar de jugar contra trece», escribió Joaquín en su cuenta de Instagram. El mito bético había visto el partido en el palco junto a Gordillo. La indignación bética estaba clara y por mucho que Pau parara el penalti no hay que dejar de decirlo. El empujón a Lo Celso antes del 1-0, el atropello a Abde tras el disparo al larguero de Fornals, el penalti con el tiempo superado y en el que hubo falta previa sobre Valentín... Y cuatro amarillas para los béticos cometiendo sólo cuatro faltas. El Espanyol, dos tarjetas con 16 infracciones. Datos que lo dicen todo.
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