La intensidad conduce al Betis en un partidazo ante el Madrid (1-1)

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Los verdiblancos igualan ante los blancos, que se adelantaron con un tanto de Bellingham, gracias a un golazo de Aitor; el duelo pudo caer para cualquiera de los dos

Real Betis - Real Madrid: resumen, goles y ruedas de prensa del partido de LaLiga EA Sports 2023-2024

Mucho tiempo tardaremos en olvidar un partido de este nivel. Un Real Betis - Real Madrid que respondió a la expectativas. Que fue como quedarse viendo un escaparate en Tiffany's. Un ejercicio de verdad futbolística. De dos conjuntos que fueron a por el gol ... con sus armas, que se expresaron como son. Los verdiblancos salieron gigantes, henchidos de orgullo por no sólo plantar cara ante el líder sino por proteger su feudo en la visita más complicada. Un punto muy valioso teniendo en cuenta las bajas (Fekir, Guido, Carvalho) y agradecido por cuanto mantiene una línea positiva para un grupo que se sobrepone a cualquier cosa. Tras una primera parte con fases divididas marcó Bellingham en el inicio de la segunda y empató Aitor con un golazo de esos que dentro de una década sirven para una entrevista rememorándolo. Como el de Lo Celso en Milán. Y el duelo se puso tan bonito como el gato de Rosalie Blum, como las luces de Navidad. El duelo era un sí a todo. Y así fueron béticos y madridistas.

Aitor personalizó el pundonor que estaba en la lista de deseos de los aficionados verdiblancos, que fueron tachando sus peticiones porque este grupo siempre cumple. Dio la cara y se agarró al partido a pesar de las dificultades que éste conllevaba pero su espíritu y determinación estuvieron prestos para subir los escalones plenos de ilusión para sumar y estar más cerca de ganar que otro resultado. Un equipo, el Betis, en el que destacó sobremanera un Chadi Riad que ya no es promesa sino realidad y donde el esfuerzo solidario sirvió para llenar de orgullo a los suyos, que ya querían festejar la Navidad de forma anticipada y machacona como Billy Mack cuando gritaron gol en el remate de Isco al poste en el tramo final.

Resultó un partido divertido en la primera mitad. Las áreas se pisaron con frecuencia y eso gusta al espectador. Al neutral, sobre todo. Hubo fases para los dos. Con el duelo abierto ambos disfrutaron correteando al final de la palmera. Era día del calor de una grada que antes de lanzar los peluches quería que su equipo tocara su fútbol como la eterna Colette Maze. Marc Roca y Modric abrieron el telón de las oportunidades con llegadas incompletas. Jugadores que se mueven entrelíneas, como hacen Isco y Ayoze en una combinación que levanta a todos en el minuto 10 antes de que el malagueño le dé mordida a la pelota.

Inquieto, Aitor no sabe por dónde le va a salir Rodrygo en cada envite. Va a la banda a pedir auxilio a Pellegrini como si viera a un San Bernardo entre las nieves. El toque se le da a Ayoze para que ayude más, con Pezzella y Altimira echando un ojo para que no haya superioridades favorables a los visitantes. Es el tramo más complejo para el Betis, que apenas descansa y le salta una alarma cada minuto en el móvil para estar despierto ante una llegada y otra. Rodrygo es quien llega hasta la línea de fondo y sirve para que marque Brahim, con rebote afortunado, pero todo queda anulado por fuera de juego. Sigue el 0-0. Sin balón, el Betis no se encuentra y el Madrid se acomoda del sofá a la cama y de la cama al sofá.

A estas alturas la reacción bética llega a través de identificar que la presión alta le viene mejor que esperar atrás a protegerse de un posible castigo. El descubrimiento lo hace Ayoze, quien roba alto. Hay doble ocasión del canario con Willian José en el minuto 31 pero entre Rüdiger y Lunin lo desbaratan todo pero es que parecía que los delanteros béticos no se creían las facilidades que llegaron a tener. En esas, el brasileño toma una pelota en la frontal y su tiro combado sale muy cerca del poste madridista. Ahora está el Betis ilusionado, como quien espera en la terminal de llegadas de un aeropuerto. El Madrid no lo tiene claro en esta fase y sólo Modric y Alaba disparan pero con poca precisión.

Goles no hubo en la primera mitad pero el telón se iba a abrir en la segunda. Era una cuestión de tiempo. Isco lo tuvo cerca nada más empezar después de un pase bonito de Ayoze pero Lunin tapó de cerca. El partido estaba en las llegadas y Bellingham, el extraterrestre, el mejor especialista de LaLiga, iba a firmar el 0-1 después de un pase magistral de Brahim. No hay fuera de juego a pesar de las protestas. Al Madrid es difícil marcarle, con lo que la empresa es el más difícil todavía para el Betis.

Una y otra vez buscan los verdiblancos el centro lateral que descuelga Lunin de los aires. Rodrygo avisa con una gran jugada en pocos centímetros pero dispara fuera escorado y sin generosidad. Soto Grado empieza a estar en el centro de las miradas por la permisividad con Rüdiger y otros jugadores visitantes. Pellegrini activa el primer cambio y entra Assane en lugar de un Abde que lo intentó mucho pero que completó poco.

Aún no es tiempo para quemar todas las naves porque es el minuto 61 pero el Betis. Assane se ubica en la izquierda. Y el personal se enciende de nuevo con el árbitro por una falta no pitada a Kroos sobre Isco. El personal quiere a un equipo que vaya a por todas, porque el partido está vivo. Y tanto, dirá Aitor. Como si dieran la hora a la vez en todos los relojes del museo de Serpa el canterano la para y tira a la escuadra para poner el 1-1. Menudo pinchito. Minuto 67.

Pasa el encuentro a otra velocidad. Las prisas del Madrid por recuperar la ventaja y la tensión del Betis por mantenerla o ampliarla. Los peluches ya están recogidos, no hay nada acolchado, todo es afilado. Quiere ser más vertical el Betis, que hace transiciones interesantes pero no las concluye con acierto, sino con precipitación. Quiere otro espíritu Pellegrini, que saca a Altimira y da entrada a Guardado. Al mismo tiempo entra Ceballos en el Madrid. Menuda pitada. Aitor coge confianza y se mimetiza con el ambiente del Villamarín. Guardado hace lo propio, como ya hizo aquel 8 de marzo cuando robó y dio el pistoletazo a la carrera letal de Tello, pero Soto Grado le frena a su manera.

Ancelotti saca a Joselu y Rui Silva desvía de puños un balón dificilísimo de Kroos. El partido está en un hilo. Soto Grado sigue sacando a todos de sus casillas. Lucas no ve amarilla por reiteración pero sí Aitor o Ayoze por salir del campo más tarde. El Betis combina con riesgo desde atrás pero siempre fiel a su manera de ver las cosas. Maduro. Así es como se proyecta la carrera de Assane que sólo al final tapa Alaba. Isco toma el mando cuando pesan las piernas. Es la gran esperanza para hacer que la balanza se desequilibre. Y tanto, porque una apertura suya para Luiz Henrique sirve para centro de éste y casi marca el malagueño de cabeza. Se lo impide el poste. Los béticos ya gritan al borde de la faringitis. Ese gol era la primavera en pleno invierno. Son seis minutos de alargue y el partido está tan bonito que no admite dueño sino sólo ser admirado. Y acaba con un remate de Chadi Riad que Lunin desvía a córner pero Soto Grado no quiere más riesgos, no quiere una posible fiesta y pone el punto final a un partidazo.

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