Vigilia roja de Alonso
«Fernando es un tío listo, muy listo». La última vez que Emilio Botín, presidente del Santander, ratificó la veracidad de esa impresión expuesta en público fue el pasado miércoles en un restaurante de Milán. Compartió mesa y mantel con Fernando Alonso en las horas ... previas a la convocatoria-estrella del fin de semana en Italia, el acuerdo de patrocinio entre el banco español y Ferrari .
Alonso come poco. Entre su escasa atención a la gastronomía y su adicción a la bicicleta, la báscula siempre se pone de su lado. Ha adelgazado tres kilos respecto a su peso del año pasado y Botín comprobó cerca del Duomo la peculiar personalidad del piloto .
No es la primera vez que se sientan juntos frente a los tenedores, pero la del miércoles resultó especial por el contexto. Superado el fin de semana, no faltan voces autorizadas que garantizan que estaba preparado el anuncio del fichaje de Alonso por Ferrari en Monza.
Sucede que el accidente de Massa ha colocado a la escudería italiana en una posición de incertidumbre. Su recuperación se encuentra en puntos suspensivos. Los médicos no garantizan que pueda recuperar la visión al cien por cien y en su contrato, como en el de todos los pilotos, figura una cláusula según la cual debe cumplir un determinado número de carreras para seguir en vigor.
La pretensión de Ferrari, según se cuenta, era confirmar a Alonso y Massa como pilotos para 2010 y la opción de que continuara Raikkonen, si había una mínima posibilidad de que la FIA admita tres coches por equipo. Ayer mismo, Stefano Domenicali, el jefe de Ferrari, sugirió que el futuro del finlandés está abierto: «Sólo puede decir que tiene contrato con nosotros, pero no vamos a entrar en estas discusiones ahora».
Nadie en el «paddock» duda ya a estas alturas de que Alonso vestirá un mono rojo en 2010. Lo dice Hamilton: «Será un placer competir contra Alonso en Ferrari». Lo admite todo el mundo en el sobreentendido. Incluso Domenicali, en reductos privados. El dueño de un restaurante en Monza, líder de hinchas italianos en este templo del automovilismo, se declaró conforme cuando el otro día Domenicali le respondió lo que quería. «¿Qué va a ser de nosotros?», preguntó el tiffoso. «Duerme tranquilo», contestó el jefe.
Fernando Alonso tenía previsto para hoy un par de maniobras laboral-empresariales. De un lado, el lanzamiento de la marca de productos que va a sacar al mercado, de nombre Faster . Y de otro lado, el ocultamiento. Según su grupo de asesores, a partir de hoy tiene restringidas por contrato las apariciones públicas con patrocinadores.
No hay motivo ni confirmación oficial, sino esa bruma de ambigüedad que caracteriza los movimientos del piloto y su mundo. Botín confirmó que el Santander estará cinco años por contrato con Ferrari. Acompañó tres cursos a McLaren, los mismos que había firmado Alonso. Es probable que en Ferrari se repita la operación y el asturiano se comprometa hasta las 33 primaveras con la «Scuderia».
Ver comentarios