Ruth Chepngetich: «Corría cada día 16 kilómetros para ir al colegio en Kenia»

La keniata acude puntual a su cita con este periódico. Lo hace junto a su manager y tres personas de Nike , la marca comercial que le viste. No es nada extraño tanto séquito. Hablamos de la vigente campeona del mundo de maratón, medalla de oro conquistada en Doha hace tres meses, en la catalogada como maratón más dura de la historia por las severas condiciones de calor -33 grados- y humedad -73%-. Casi la mitad abandonaron, solo acabaron 40 de 68 atletas: «Creo que después de correr allí ya ningún lugar me va a parecer imposible», cuenta Chepngetich para quitarle importancia al cambio de última hora del maratón de los Juegos del próximo año: «Se supone que en Sapporo habrá una temperatura y una humedad más suave que en Tokio, pero no creo que realmente la diferencia sea tan importante. A mí no me afecta para mejor el cambio, y sí que creo que para la organización es un fastidio trasladar esta carrera a más de 1.000 kilómetros de donde se celebran realmente los Juegos Olímpicos».

Ruth Chepngetich debuta en la San Silvestre Valleca na como clara favorita, por delante de la etíope Helen Bekele. Su reto es mejorar la marca de su compatriota Brigid Kosgei, que pulverizó el año pasado el récord femenino de la prueba con 29 minutos y 54 segundos, mejorando en casi un minuto la marca más rápida hasta entonces: «Habrá una temperatura de unos diez grados que es perfecta para esta distancia y vengo a ganar. Es verdad que después de Doha he estado casi dos meses de vacaciones, pero he entrenado bien en diciembre y estoy en condiciones de vencer y hacer la mejor marca de siempre. Aunque haya descansado más de cincuenta días me he mantenido en forma y no es lo mismo correr una maratón que 10.000 metros».

Desde que en 2003 Chema Martínez ganara en la carrera masculina y en 2014 hiciera lo mismo la británica Gemma Steel en la femenina, solo corredores africanos han vencido en la meta de Vallecas, en un dominio que no tiene pinta de cambiar en un corto espacio de tiempo: «Cuando el aficionado se pregunta por qué en nuestro continente salen tantos ganadores en el atletismo pienso siempre en lo mismo. La mayoría somos atletas que hemos vivido en una condición de sufrimiento, pobreza y dificultad que nos ha hecho muy duros, y estamos acostumbrados a superar adversidades. Ha sido el pan de cada día de nuestras vidas. Yo sé perfectamente lo que es correr y correr con fatiga y cansancio».

Chepngetich recuerda cómo fue su infancia en Kenia . Jornadas muy duras que empezaban con la salida del sol y terminaban con la noche bien entrada ya. Cultivaba su mente, pero también su cuerpo: «De pequeña, yo corría 16 kilómetros cada día para ir al colegio. Iba temprano, regresaba a casa para comer, volvía a ir a la escuela por la tarde, y llegaba de noche a casa. Cada trayecto eran 4 kilómetros y como siempre solía ir con el tiempo encima o me levantaba tarde, lo hacía corriendo».