Jon Rahm gana en San Diego y hace historia

Ayer, en una cuarta jornada de escándalo, sacó a relucir todas sus virtudes en Torrey Pines, una de las sedes más míticas del Circuito Americano. Arrancó a tres golpes de la cabeza y, aunque se vio lastrado por un «bogey» nada más salir, fue manteniendo la paciencia y limó la diferencia hasta que en el hoyo 13 llegó su punto de inflexión: un «eagle» majestuoso que le colocó por primera vez en cabeza. El vizcaíno, lejos de ponerse nervioso, se sintió en su salsa y comenzó a disfrutar de verdad de todos sus tiros.

Sus disparos parecían teledirigidos, ya fuera al centro de las calles o hacia las banderas, lo que le permitía salvar con comodidad los siguientes pares mientras que sus rivales no podían seguirle el ritmo.

Jon tensó un poco más la cuerda con un crucial «birdie» en el 17, que le daba ventaja de cara a un último agujero que, al ser par 5, favorecía su gran pegada. Como así sucedió: dejó la bola pasada de «green» de dos maderazos y únicamene necesitaba dos buenos «putts» para dejar una buena cifra en la casa club.

El sueño, sin embargo, fue mejor de lo imaginado . Embocó un «putt» imposible de veinte metros cuesta abajo y con doble caída que tiene las trazas de convertirse en el golpe del año. Con ese inesperado «eagle» alcanzó el menos 13 y puso tres golpes de margen que nadie pudo ya contarrestar.

A sus 22 años, Rahm es el cuarto español que gana en Estados Unidos. Y solo ha necesitado dieciséis torneos para conseguirlo. Un genio.