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Lochte acecha al oro londinense
El pentacampeón mundial dominó los 400 metros estilos en el preolímpico de natación de Estados Unidos
Lochte acecha al oro londinense
La piscina olímpica de Londres augura para este verano uno de los duelos más emocionantes en la historia de las Olimpiadas y del deporte de piscina. Lochte, vigente pentacampeón del mundo, plantará cara a Phelps, que aparecerá en la capital inglesa dispuesto a s uperar ... los ocho oros que consiguió en Pekín.
Ambos se encuentran en Omaha (Nebraska) en el preolímpico de natación de Estados Unidos, donde Lochte superó a Phelps (4:07;06) en la final de los 400 metros estilos, como en los últimos encuentros. Phelps comenzó con fuerza la prueba con el estilo mariposa, su gran fuerte, pero Lochte recuperó el control cuando cambiaron a la braza, lo que le permitió conseguir la ventaja suficiente que mantuvo hasta el final con el nado libre.
Lochte confesó antes de la cita de Nebraska no temer a Phelps: «Él es el mejor nadador de la historia, pero es humano, no es un pez u otra cosa». Tiene motivos para que no le quite el sueño saltar al agua a la par que su compañero, ya que en los mundiales de China del pasado año Lochte se colgó del cuello cinco oros , dos de ellos ganados en competición directa con Phelps.
La última cita olímpica de Phelps
El campeón olímpico tiene previsto que Londres 2012 sean sus últimos Juegos Olímpicos. Competirá en los 100 y 200 metros mariposa, 200 metros estilos y 200 metros libres, además de estar presente en tres pruebas de relevo con el equipo de Estados Unidos, lo que le dan la oportunidad de luchar de nuevo por conseguir ocho medallas de oro.
Phelps admitió que Lochte lo ha «destruido» los últimos años en los grandes eventos, pero aseguró haber descubierto de nuevo la motivación para finalizar su carrera con un hito en los Juegos Olímpicos. Tras lograr ya 14 medallas de oro (y 2 de bronce), más que ningún otro atleta en cualquier deporte, aún quiere más. «Todo vuelve a la razón por la que estoy aquí. Tengo metas que quiero cumplir», dijo. «Veremos después de esta semana el tamaño de la guinda que quiero poner sobre mi helado», o la que le deja Lochte colocar.
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