Hazte premium Hazte premium

Ajedrez

El miedo triunfa en el torneo de Candidatos: Nepo, a un milímetro de la victoria final

Nakamura firma tablas con el ruso después de solo siete minutos de partida y 14 movimientos

Ding Liren pierde y arruina casi todas sus opciones de ganar en Madrid con otro planteamiento timorato

Así fue la noche en blanco de Firouzja, picado con el columnista del 'New York Times'

Nakamura y Nepomniachtchi, poco antes del final de su partida FIDE / Stev Bonhage
Federico Marín Bellón

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Hikaru Nakamura , un tipo que gana más dinero como 'streamer' que en el tablero, un gran maestro de descomunal talento que había venido a Madrid «a divertirse», tanto si ganaba como si perdía, decepcionó a sus seguidores y al resto del público. Era uno de los pocos con posibilidades de ganar, sobre todo si derrotaba a su rival, el ruso Ian Nepomniachtchi , líder del torneo de Candidatos. Ni lo intentó. Firmó unas tablas tristísimas en solo siete minutos y 14 movimientos.

El líder jugaba con blancas, pero estaba feliz con un empate que lo sitúa a milímetros de la meta, y eso que no sabía la tragedia que le aguardaba a Ding Liren , su otro perseguidor. Nepo está a un milímetro de convertirse en retador oficial del campeón del mundo. Le basta medio punto en dos partidas o, más fácil aún, que Ding Liren o Nakamura no ganen sus dos encuentros.

No se entiende bien el comportamiento de Nakamura. Por un lado, dijo que su objetivo «es el segundo puesto», aunque con una victoria se habría colocado a un solo punto del líder. Por otro, el americano aseguró que «nadie cree que Carlsen no vaya a defender su título», como viene amagando desde hace tiempo. Si no cree que el segundo puesto sirva para algo, ¿por qué no arriesgar para intentar la victoria?

«No quise volverme loco», declaró, escaldado en piel ajena, la de Caruana y Firouzja , a quienes les salió muy mal lanzarse al ataque en jornadas anteriores. Todo puede ser un juego psicológico algo infantil, en un intento de poner a Magnus Carlsen en una posición delicada. El noruego puede resultar arrogante muchas veces, pero el tiempo casi siempre le da la razón.

Los jugadores pasan controles antidopaje y se vigila con distintos aparatos que no escondan aparatos de ningún tipo. De momento, no hay forma de evitar que entren en la sala con el miedo en el cuerpo FIDE / Stev Bonhage

Nepo, aliviado por el pacifismo exacerbado de su rival, confesó que la noche anterior repasó otras líneas, como la siciliana, por si Nakamura salía a por todas. También dijo que «no era el día para tratar de refutar la berlinesa», la línea de la apertura española que se jugó finalmente (es un decir). Es una forma de plantear las partidas que se ha ganado tal fama de tablífera que su mera presencia es una declaración de intenciones. ¿Qué hará el ruso el sábado, día de descanso? «Tumbarme en la cama y descansar. El torneo no ha terminado» . Las razones de su éxito no son mucho más sofisticadas o esa imagen intenta transmitir: «Solo trato de mantener la cabeza fría y no dejar que me dominen las emociones», explicó.

Cambios en el reglamento

Siempre que se ven unas tablas así se reabre el debate sobre la necesidad de impedir que esto siga ocurriendo en el ajedrez. Ninguna solución es perfecta, pero dar tres puntos por victoria hace que los empates valgan mucho menos. También se pueden aplicar medidas como las ensayadas en Noruega, donde prácticamente se abolieron las tablas . Cuando se da este resultado, se juega otra partida rápida con las reglas ya conocidas como Armagedón : el blanco tendrá un minuto más, pero estará obligado a ganar.

Rustam Kasimdzhanov , excampeón del mundo de la FIDE, también cree que necesitamos algo completamente diferente al sistema actual. Al igual que en tenis no se puede empatar un set, «necesitamos un resultado, todos y cada uno de los días». El gran maestro uzbeko apuesta por cambiar los colores después de unas tablas y jugar otra partida con 20 minutos para cada jugador. ¿Tablas de nuevo? No hay problema: 10 minutos para cada jugador, cambio de colores y vuelta jugar, así hasta que haya un resultado distinto del empate.

El gran maestro Miguel Illescas propone otra variante con enjundia: desempatar pero con el tiempo que le quede a cada jugador al terminar la partida anterior. Así hasta que hasta que haya un resultado decisivo o alguno de los dos jugadores se quede sin tiempo.

Ding LIren jugó atemorizado cuando más necesitaba ganar FIDE / Stev Bonhage

En cualquier caso, las normas del Candidatos en Madrid son las clásicas, así que, después de las tablas entre Nepo y Nakamura, las miradas se giraron inmediatamente al duelo más trascendente del día, en el que Ding Liren tenía que intentar como fuera derrotar a Teimour Radjabov . Estuvo lejos de conseguirlo. Si un psicólogo que no supiera mover las piezas observara la posición de Ding después de la jugada 19, llegaría a la conclusión de que el jugador que conducía las piezas blancas es un tímido patológico.

Asustado por los alfiles de su rival, el jugador nacido en Wenzhou hace 29 años se construyó una casita para su rey que parecía de bambú. «Simplemente, su posición parece terrible», definió Judit Polgar . El de Azerbaiyán no ha venido en plan lobo feroz, pero empezó a relamerse. Una de sus torres golpeó en el centro de la pequeña fortaleza y la derribó al primer intento. Después de tres victorias seguidas, el número 2 del mundo explotó antes de culminar una remontada que habría sido histórica. Perdió con blancas, en solo 26 jugadas. Algo impensable incluso para la madre de Nepomniachtchi.

Por otro lado, Jan-Krzysztof Duda y Alireza Firouzja , se supone que recuperado de su maratón de partidas bala , jugaron una partida interesante, con desequilibrio de fuerzas, lo que casi siempre es más interesante que la simetría. En ajedrez la belleza es un poco más retorcida. Después de solo 20 movimientos, el francés tenía desventaja teórica: un caballo y un peón en séptima, a un paso de la coronación, intentaban compensar el mayor valor de una torre. Al francés, sin embargo, le falta un domador, porque lanzó de forma prematura otro peón hacia adelante y se quedó medio perdido ya en la jugada 25. Es fácil hablar con un ordenador en las manos, pero en la jugada 27, Duda hizo un movimiento de torre sospechoso que arruinó toda su ventaja. El rival intentó devolvérsela, caballeroso, pero hoy no era el día de ninguno de los dos. Como era una comedia, para evitar el drama tuvieron que terminar en tablas.

Richard Rapport y un deprimido Fabiano Caruana , por último, jugaron con dignidad una 'española del cambio', que no tienen nada que ver con Lola Flores pidiendo una peseta a cada uno de sus compatriotas. Dos enroques largos, casi siempre más divertidos que los cortos, dieron paso a una partida de maniobras que si hubiera tenido alguna trascendencia para la clasificación final habría sido más emocionante. Fabiano se quedó en una escaramuza con un peón de más, insuficiente para evitar las tablas.

Clasificación después de 12 rondas (de 14)

1. Nepomniachtchi: 8,5 puntos

2. Nakamura y Ding Liren: 6,5

4. Radjabov y Caruana: 6

6. Rapport y Duda; 5

8. Firouzja: 4,5

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación