«Llevaba con el proyecto trece años»

-¿Cuándo se gestó el proyecto de un equipo de F-1?

-Pues en realidad desde que empecé con mi equipo de carreras, hace trece años. Comencé desde cero y con tres personas, en voz bajita, pero siempre tuve la idea de la F-1 en la cabeza. Antes era una quimera porque la F-1 estaba cerrada. Y no quería ridiculizarme.

-No ha sido su primer intento por ingresar en la F-1...

-No. A principios de los noventa estuve cerca de comprar Minardi. Y después me metí en un proyecto que no salió, Bravo España. De ahí aprendí a no cometer el mismo error: no se puede montar un equipo esperando que lleguen patrocinadores, sino con inversores.

- ¿Cómo se lo ha montado ahora?

-Se ha creado una sociedad con un valor de 14 millones y todos los socios corremos con los gastos. El empresario José Ramón Carabante es el presidente, Meta Image es nuestro socio y deportistas como Pau Gasol o Jorge Garbajosa han invertido en el proyecto.

-Mosley ha abierto la puerta a los modestos, a costa de una crisis sin igual en la F-1.

-Creo y espero que la Fórmula 1 sigua igual que siempre y se encuentre una salida al conflicto. Yo creo que Mosley y Ecclestone vieron el final de la F-1 porque los grandes constructores se iban a marchar, como hizo Honda, por la crisis de ventas de automóviles. Ya sé que es imposible bajar un presupuesto de 200 a 45 millones. Pero lo que antes era imposible para un equipo pequeño, ahora es posible con ese tope financiero.

-¿Qué pretende con su equipo?

-Que la gente en España se identifique con nosotros, mostrar una personalidad. Seremos muy dignos en la parrilla.

-¿Y de dónde sacará tanto dinero?

-Ya tenemos 15 millones de la FOM (la empresa de Ecclestone) y si estamos entre los diez primeros, tendremos 35 más. A partir de ahí, la estrategia es clara. Si falta, tendremos que poner dinero los socios. Y podemos hacerlo.

-¿Por qué Ecclestone y la FIA le han elegido a usted?

-Siempre tuve claro que la FIA abriría la puerta y esto no se trata de una campaña política. Al vender mi equipo de GP2 a Agag, me pude concentrar en el proyecto de F-1. En Navidad ya sabía lo que iba a pasar y di los pasos oportunos. Fue clave el acuerdo con Dallara, el principal constructor de coches de carreras. Supongo que también contó a favor mi experiencia en las fórmulas de promoción y que económicamente es un plan sólido. Entendí que Mosley quería volver a la F-1 de finales de los 70, con escuderías en la parrilla y no tanto los constructores por la crisis mundial.

- ¿Por qué se separaron usted y Agag?

-No fue traumático como se dice. Él sólo estaba centrado en la GP2 y yo quería crecer. Mantenemos una buena relación.

-Ya tienen el coche. ¿Cómo es?

-Muy bonito, distinto, con personalidad. Y espero que bueno. Por los cambios de reglamentación que habrá en 2010 (se suprimen los repostajes), será más grande que los actuales, del estilo de la Indy, con un depósito de 200 litros.

-¿Su modelo es Brawn?

-El modelo es Brawn, en efecto. Y ahí nos circunscribimos. Dallara nos ofrece plenas garantías de tener un buen coche. Tenemos un proyecto empresarial y deportivo.

- ¿Cómo será usted cuando esté al mando?

-Yo soy un corredor de fondo. Llevo 30 años en esto y me gusta trabajar. Siempre analizo la competición desde el punto de vista del piloto porque yo lo fui.

- ¿Españolizará el equipo con patrocinadores y pilotos?

-No. No podemos reducir el mercado. Espero que haya un piloto español, pero mi equipo no será una puerta abierta a la mediocridad. Tendrá personalidad hispana: los pilotos latinoamericanos pueden tener su oportunidad siempre. Y respecto a los patrocinadores, cualquier empresa será bienvenida y trataremos de rentabilizar la inversión.