Australia se une al boicot diplomático a los Juegos Olímpicos de Pekín

Si bien el primer ministro no ha utilizado la palabra boicot, su anuncio respalda el planteamiento de Estados Unidos, que confirmó el lunes que en respuesta a las violaciones de Derechos Humanos cometidas por el Gobierno chino en Xinjiang ningún alto cargo norteamericano irá a la cita deportiva, algo que no tiene precedentes desde 1980.

De hecho, al informar sobre su decisión, Morrison ha manifestado la preocupación de los abusos a los uigures en la mencionada región y ha apuntado a la negativa de China de devolver las llamadas a los ministros del Gobierno australiano.

En este sentido, ha expresado su disposición a hablar con el Gobierno chino sobre estos temas, pero ha criticado que este «no ha aceptado sistemáticamente esas oportunidades», informa el medio australiano 'The Sydney Morning Herald'.

Así, Morrison ha incidido en que «no es sorprendente» que los funcionarios del Gobierno de Australia no vayan a los Juegos, aunque ha defendido la presencia de los deportistas del país al considerar que se debe separar «las cuestiones del deporte de otras cuestiones políticas».

«Son cuestiones de dos gobiernos», ha apostillado, al tiempo que ha asegurado que le gustaría resolver estos problemas, aunque ha advertido de que Australia «no dará un paso atrás» en su «firme posición» de defensa de sus intereses.

Nueva Zelanda informó el martes de que no enviará representantes diplomáticos a nivel ministerial a los Juegos Olímpicos, pero esgrimió principalmente motivos sanitarios debido a la pandemia. Además, la semana pasada, Lituania, que se enfrenta a hostilidades diplomáticas y comerciales por parte de China por su creciente relación con Taiwán, anunció que ni su presidente ni sus ministros acudirán al país con motivo de los Juegos. Otros países han explicado que están considerando sus posturas.