Brotes verdes en McLaren

Un Gran Premio para el dueloDirectoTiempos y clasificaciones

Alonso, que logró en Hungría su primera victoria hace 12 años, no ocultaba su satisfacción. «Creo que sí ha sido el mejor viernes. No hemos tenido problemas mecánicos, hemos podido completar el programa más o menos sin interrupciones y el coche se ha comportado como en cada carrera: siempre un poquito mejor y a día de hoy es el mejor coche que hemos tenido. Aún estamos lejos de los mejores y veremos si mañana estamos un poco más cerca de la 'pole', en torno a esos dos segundos de media que nos separa siempre y a ver si podemos reducirlo», señalaba el español, que no obstante no quiso que la emoción le nublara el objetivo: «Estoy contento en este sentido pero sabemos que queda mucho por hacer y esperemos que las próximas carreras sean aun mejores».

El 'timming' de Hungría ha sido perfecto. Justo cuando necesitaban un pequeño empujón de moral, llegó esa decisión de la FIA de dejarles estrenar una unidad de potencia totalmente nueva, por lo que en McLaren es posible soñar con un buen resultado. Bueno para lo que están acostumbrados, claro. Hacer un séptimo o un octavo ya entraría en este campo. Sólo un problema mecánico les apartará de este objetivo, como bien recordaba Alonso. «La fiabilidad ha sido buena, hemos montado un motor nuevo para esta carrera en busca de tener un buen fin de semana sabiendo que las posibilidades eran un poco mejores para nosotros y no queremos tener problemas», concluyó el español.

Alonso y Button -que tuvo que estrenar ya dos séptimas nuevas piezas de dos partes de su unidad de potencia- salieron satisfechos, pero no fue el equipo que más sorprendió. El papel de grandes mejoras se lo llevó Red Bull, y eso que acabaron con uno de sus coches echando humo. Daniil Kvyat y Daniel Ricciardo fueron segundo y tercero detrás de un imbatible Lewis Hamilton, que mejoró en medio segundo su propio crono del viernes de Hungría de 2014. La escudería de las bebidas energéticas, como McLaren, demostró que en un trazado donde la potencia pasa a un segundo plano son capaces de acercarse a los de arriba. Tanto en ritmo de carrera como a una vuelta fueron mejores que los Ferrari -que poco a poco se desinflan- y que los Williams, que se han tapado como suele ser habitual en ellos los viernes. Aunque Ricciardo acabó rompiendo su motor, no sufrirá penalización porque ya era uno usado y tenían previsto montar otro para el resto del fin de semana.

La imagen de la jornada la protagonizó el mexicano Sergio Pérez en los primeros entrenamientos libres. El de Force India rompió la suspensión trasera de su monoplaza en uno de los altos pianos del Hungaroring, y salió despedido hasta quedarse boca abajo en la pista. Pese a lo espectacular del incidente, no revistió gravedad alguna y pudo regresar a su garaje por su propio pie, previo paso por el centro médico. No obstante, ni él ni su compañero Nico Hülkenberg participaron en los segundos entrenamientos libres, ya que en el equipo decidieron dedicar esas horas a estudiar lo ocurrido.

Si los problemas en el equipo indio se mantienen, Carlos Sainz tendrá dos rivales menos por la zona de puntos el resto del fin de semana. El piloto madrileño acabó en una óptima sexta plaza que le permite soñar con regresar a la 'Q3' este sábado y, por tanto, pelear por un 'top 5'. El otro español en pista, Roberto Merhi, rodó sólo en una de las dos sesiones ya que, por cuestiones contractuales y económicas, tuvo que dejar su monoplaza al probador Fabio Leimer en la primera tanda. Mientras que el suizo no pudo con Will Stevens, el valenciano sí que batió a su compañero, aunque por una ajustada diferencia de sólo dos milésimas. La lucha por abajo se antoja igualadísima, y ahora más que Merhi está planteándose dejar definitivamente las World Series para centrarse en la Fórmula 1 en lo que queda de campeonato.