Golpe de Nibali al Tour en el adiós de Contador

Antes del abandono de Contador, el acontecimiento del día, se había formado un grupo muy interesante en la escapada. Estaba Purito Rodríguez, candidato a ganar la etapa y el maillot de la montaña, una vez que se ha descartado a la general. Estaba Michal Kwiatkowski, un joven polaco que sirve para todo y que en un Tour tan abierto puede aspirar a lo que quiera. Estaba hasta Lieuwe Westra, compañero de Nibali y posible comodín si la carretera se complicaba para el italiano, el plan que se presumía para la etapa.

Todo eso quedó en un segundo plano cuando la bicicleta de Alberto Contador encontró un obstáculo en el descenso del Petit Ballon y el madrileño se fue al suelo. Tenía una herida abierta en la rodilla que le vendaron sobre la marcha para que intentara continuar. Unos kilómetros después, mientras su desventaja con el resto de la carrera crecía, Contador le agradeció a su compañero Michael Rogers el esfuerzo y se subió al coche de equipo. El mismo final que Chris Froome , su teórico gran rival para ganar la carrera, en un Tour regado por la lluvia y marcado por las caídas. [ Clasificación general del Tour de Francia ]

La carrera siguió sin Contador, pero lo hizo con desconcierto. Mientras un inagotable Tony Martin tiraba de la escapada para intentar poner de líder a su compañero Kwiatkowski, el pelotón devoraba las montañas de los Vosgos intentando descubrir la nueva identidad de este Tour de Francia.

En esas pasaron los kilómetros hasta que en el Col des Chèvreres, el penúltimo puerto del día, Purito atacó en cabeza y dejó atrás a Kwiatkowski y Giovanni Visconti (Movistar). El polaco se lanzó en el descenso y obligó a Purito a hacer un esfuerzo extra para empezar a subir La Planche des Belles Filles con él. Pero en cuanto la carretera se empinó, el catalán del Katusha volvió a dejar a Kwiatkowski.

Cuando el pelotón se recuperó del shock, limó las diferencias con la fuga y Purito empezó a subir La Planche con una ventaja sobre el minuto y medio y todo el desgaste de la etapa en las piernas. Para su desgracia, Vincenzo Nibali quiso poner las dos manos encima de la carrera y atacó a tres kilómetros de meta.

Nibali atacó a tres de meta y ninguno de sus rivales pudo seguirleCuando el campeón de Italia, en su paréntesis sin maillot amarillo, atacó, se hizo el silencio. Alejandro Valverde y Richie Porte quisieron seguirle, pero el intento fue extraño: era como si ya supieran que no podrían con él. En diez pedaladas Nibali abrió un hueco irreducible con sus rivales por la general, a los que ya tenía distanciados a más de dos minutos.

En poco tiempo más fue capaz de echar la red sobre Joaquim Rodríguez, que le esperó cuando vio la que se le venía encima para intentar aguantar el ritmo y esprintarle la victoria en meta, con el consuelo de que al menos se vestiría el maillot de la montaña al terminar la etapa. Pero él tampoco pudo con Nibali, como no parece que vaya a poder nadie en lo que queda de Tour de Francia.

El italiano llegó en solitario a meta, se llevó el pulgar a la boca para dedicar la victoria a un vástago y esperó a vestirse el maillot amarillo, perdido por el francés Tony Gallopin. Él sabía que su premio era poder vestirlo, y mantenerlo era casi un sueño imposible. Para la alegría francesa en un 14 de julio, Thibaut Pinot, el joven que más ha ilusionado a la afición del país en una década, entró a 14 segundos de Nibali, primero del resto de candidatos. Un poquito más atrás lo hizo Valverde (a 20”), y algo más, Richie Porte, en la lucha por un podio muy abierto por las circunstancias. Con una ventaja de 2:23 y de 2:47 con el australiano y el murciano respectivamente, no admite que se pelee ninguna cosa más.